El gesto de Jenni Hermoso en el beso de Rubiales que demuestra que "no quería estar viviendo esa situación"
La jugadora y el presidente de la RFEF han sido los protagonistas durante las últimas 24 horas debido al episodio que tuvo lugar durante la entrega de premios.
Por desgracia, es el tema del día. Lo que debería ser un día repleto de felicidad y jolgorio por el mayor hito conseguido en la historia del fútbol femenino español, como es la consecución de un Mundial, se ha convertido en un debate nacional alrededor del beso que Rubiales le dio a Jenni Hermoso en la platea donde se entregaron las medallas y trofeos a las jugadoras españolas.
Sin duda, fue un momento de lo más llamativo y... para muchos, incómodo de ver y debido a la repercusión de las imágenes, tanto Jenni Hermoso a través de un vídeo como la RFEF emitiendo un comunicado, tuvieron que apaciguar las aguas para que el tema dejara de ser la noticia más comentada, cuando lo más importante era el logro obtenido en el campo.
Desde distintos cargos públicos como Miquel Iceta o políticas como Ione Belarra, u otras como Irene Montero, han tildado lo ocurrido de "vergonzoso", "violencia sexual" e incluso Belarra llegó a insinuar mucho más, al sostener que "si hace eso delante de millones de españoles, qué no hará en privado", y más de uno ha llegado a pedir su dimisión.
Por todo este revuelo, una experta en comunicación no verbal de Onda Cero, Ainoa, ha destacado un gesto que demuestra la incomodidad de Jenni Hermoso en el momento del beso.
"Cuando Rubiales la coge de la cabeza para darle el beso, Jenni Hermoso separa la cadera de él, lo que indica que no está en una posición cómoda, de querer estar viviendo esa situación", argumentó la colaboradora del programa Más de Uno de Carlos Alsina.
Sin duda, la infinidad de comentarios que se han producido a lo largo del día como consecuencia de lo ocurrido, han supuesto un terremoto en el mundo del fútbol español, con infinidad de mensajes denunciándolo y otros tantos (muchos menos), asegurando que fue consecuencia del momento de euforia y felicidad que durante el día de ayer se vivió en Sidney.