Cuenta lo que le ha pasado al sacar el portátil para trabajar en un bar y se monta un lío tremendo
Ha dejado una muy mala reseña y el dueño del local ha respondido.
Encendido debate el que se ha abierto en Twitter esta semana a raíz de una publicación de Soy Camarero, cuenta especializada en compartir contenido relacionado con la hostelería. Todo a cuenta de un usuario que ha puesto una mala reseña a un local porque ha sacado el portátil para trabajar y lo han echado.
"Después de desayunar saco el portátil y me pongo a trabajar. Me mueven para una mesa más pequeña para que las grandes queden libres. A los 10 minutos me dicen que me tengo que ir, habiendo varias mesas vacías. Nunca más aquí", se ha lamentado el cliente, dejando una sola estrella en Google, la nota más baja posible.
La respuesta del hostelero no se ha hecho esperar y ha señalado que su negocio no es un locutorio: "Una cafetería que en horas punta de desayunos y almuerzos tiene una gran demanda y debe optimizar sus mesas para que el negocio siga siendo rentable".
Ha añadido que el cliente no ha estado 10 minutos, que ha estado como una hora y solo ha gastado entre 2,5 y 3,5 euros: "No perdemos clientes habituales para que tú trabajes en las instalaciones de nuestro establecimiento como la lógica dicta".
El tuit de Soy Camarero se ha ido rápido de madre con un alcance de más de 600.000 personas en menos de ocho horas y miles de 'me gusta'.
Tanto la queja como la respuesta del dueño han provocado un encendido debate en Twitter con comentarios como estos: "Esto es fácil. Si tú vas a un Bar/Cafetería - Restaurante en horas puntas, es una putada de mal gusto ocupar la mesa por una consumición. Porque hay más lugares para tu hacer eso (starbucks que fomentan esa idea de consumo por ejemplo) y no le privas a otras personas de poder disfrutar una consumición en tiempo y hora".
Otro dice: No hay debate ni controversias. El cliente no quiere volver a esa cafetería. La cafetería no quiere que el cliente vuelva. Todos están de acuerdo".
"Yo creo que si se explica la situación al cliente con educación y es comprensivo se puede abordar un cambio de mesa de forma pacífica, ahora que si uno de los dos falla en eso normal que surja un desencuentro. Otra cosa es lo que puntualiza el cliente, 'que había mesas vacías'", señala otro usuario de Twitter.
"A ver, yo suelo escribir mis novelas en bares. Si se hace la hora de comer, me parece normal moverme a otra mesa. Suelo hacer un cierto gasto, pero a veces me enfrasco en la escritura y se me alargan las consumiciones. Con mesas libres, me parecería fatal que me dijeran de irme, afirma otro.