Un experto de la AEMET relaciona la Dana histórica de Grecia con la de España
"Está conectado".
Después del paso de la DANA por España, que ha dejado un rastro de destrucción con riadas que se han traducido en inundaciones, deslizamientos de tierra y víctimas mortales, el turno le llegó a Grecia de la mano de la tormenta Daniel. En el territorio heleno se han registrado escenas catastróficas y registros de lluvias de récord, durante cuatro días que han aterrorizado a la población.
Lo cierto es que la serie de tormentas que se están registrando a lo largo del globo están haciendo saltar las peores alarmas. En el caso de la DANA de España y la de Grecia, un experto ya ha establecido conexiones planteando una serie de hipótesis. Se trata del meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) J. J. González Alemán.
En un hilo en su cuenta oficial de X -red social antes conocida como Twitter-, el doctor en Física ha señalado que "lo que ha ocurrido en Grecia está conectado con lo ocurrido en España", puesto que "esta relación viene dada por la dinámica atmosférica a larga escala".
El cambio climático, en la mirilla
Según dicho experto, "se estableció un patrón de bloqueo de tipo 'omega' asociado a dos DANAs (alguna vez con reflejo en superficie) flanqueando una dorsal". Y expone que existen trabajos científicos que apuntan al cambio climático como la razón de la frecuencia de estos fenómenos extremos: "Pues bien, ya hay estudios que muestran al cambio climático haciendo cada vez más persistentes este tipo de circulaciones...".
En este sentido, González Alemán sostiene que "en la estacionariedad y persistencia de este patrón está una de las claves que explica el alto impacto de las dos DANAs". También pone el foco en que ambas depresiones atmosféricas han sido extremas.
"Han tenido unos valores de geopotencial en su centro extremadamente bajos para la época. De hecho, ¡la de Grecia ha sido ampliamente de récord!", ha detallado adjuntando gráficos. En esa línea, el tercer componente clave viene de "las temperaturas extremas que el Mediterráneo ha adquirido este verano (una vez más), y que es bien sabido que el cambio climático está contribuyendo a ello".
Este último condicionante juega un papel clave, puesto que "este mar extremadamente cálido aporta mayor potencial de energía disponible (combustible) en forma de más calor y vapor de agua para alimentar a las fuertes tormentas que forma la DANA". Con todo, el meteorólogo recuerda que "en cualquier caso, estos factores deben ser cuantificados mediante un estudio de atribución".