Un robot volador capaz de robar el trabajo a ocho trabajadores del campo
Los avances tecnológicos también se producen en el mundo agrario, entre otros motivos, para paliar la falta de mano de obra.
La revolución tecnológica continúa su camino en todos los frentes, entornos laborales y relaciones sociales. Esta vez, el protagonista es un robot volador cosechador (dron), que, tras los primeros test y puestas a punto, se estima que podría realizar el trabajo de hasta ocho trabajadores.
La primera empresa en lanzarse a implementar su uso y comprobar su eficiencia ha sido la israelí Tevel, quien se ha ayudado de la tecnología de este tipo de robots para llevar a cabo cosechas automatizadas de frutas en Chile, donde ha sido utilizada por primera vez.
A esa especie de simulacro en el campo de Santa Elena de Unifrutti, acudieron especialistas llegados de Italia e Israel, que cruzaron el charco para comprobar las prestaciones y utilidades que presenta.
El dron puede seleccionar el fruto, extraerlo y depositarlo
"Hemos venido acá porque debemos llegar con todos los factores afinados antes de entrar al nivel comercial. Nuestro objetivo es que un dron haga el trabajo de una persona en el campo. Una máquina así ofrecería la misma capacidad productiva de ocho trabajadores", aseguró Simone Pollano, gerente de operaciones de Tevel en Europa.
El sistema utilizado por Tevel es la plataforma Darwin Harvesting Group, donde conecta los drones con el objetivo de que pueda identificar dónde hay frutos, elegirlos, extraerlos y depositarlos en la plataforma habilitada para ello de forma cuidadosa.
Entre los muchos factores que empujan a las mejores empresas del sector a utilizar y buscar este tipo de alternativas se encuentran la comodidad, eficiencia, rentabilidad, y sobre todo, uno de los problemas de mayor calado al que se están enfrentando cada vez un mayor número de empresas: la falta de mano de obra.
La mano de obra, un problema de fondo
En este sentido, Yaniv Maor, CEO de Tevel, asegura que "todos los líderes del mercado, como Unifrutti, tienen problemas con la baja disponibilidad de mano de obra. Miran al futuro, entienden que si no tienen cosechadores no habrá negocio".
Además, la rentabilidad, rapidez y eficiencia de trabajo que los drones pueden lograr se sitúa como otro de los principales motivos para llevar a cabo esta 'revolución' en el sector agrario. "La tecnología del dron es infinitamente más económica que la de los brazos mecánicos. La mayor inversión se concentra en la plataforma donde se va depositando la fruta, pero no es diferente a las plataformas que hoy llevan personas; los drones son una tercera parte de su costo", apunta Simone Pollano.
En último lugar también hace referencia a que no se trata de la sustitución por completo de los jornaleros o cosechadores que trabajan en el campo, sino que es una nueva herramienta que puede ayudar a que las empresas cuenten con tiempo suficiente para formar adecuadamente y sin que suponga una urgencia a todos sus trabajadores.
"Queremos garantizar el mismo costo de mano de obra actual del productor, con la gran ventaja de no tener que angustiarse por encontrar suficientes personas cada año, de disponer de tiempo para formarlas, etc. Sinceramente, veo los drones comenzando a ser un commodity, y van a seguir probablemente la misma tendencia del teléfono móvil: cada vez más baratos, con mayor capacidad computacional, más precisos y ligeros", sentenció Pollano.