Seguridad privada y un mes bajo el agua por 1.900 millones de euros: el submarino de lujo para escapar de un ataque nuclear

Cuando los megayates dejan de impresionar, la solución para los multimillonarios más exigentes se encuentra debajo el agua. El Migaloo M5, un submarino de lujo diseñado por la compañía austríaca Migaloo Private Submersible Yachts, ha hecho un desembarco en el mercado con la intención de redefinir el concepto del transporte exclusivo, ofreciendo una experiencia que aúna comodidad, privacidad y tecnología de vanguardia. Este coloso, con un precio que supera los 1.900 millones de euros, es más que un capricho: es un refugio sumergible capaz de permanecer bajo el agua durante un mes.

Con 165,8 metros de eslora y 23 metros de manga, el Migaloo M5 dispone de todo lo necesario para disfrutar de la vida en altamar… y debajo del agua. Dentro puede albergar hasta 40 personas, repartidas entre seis camarotes VIP de 65 metros cuadrados y una suite principal de 300 metros cuadrados. Entre las instalaciones destacan un spa de 200 metros cuadrados, un cine al aire libre y un helipuerto para que viajar no sea un problema.

Además, cuenta con sistemas de seguridad avanzada y autonomía suficiente como para recorrer 15.000 kilómetros sin necesidad de salir a la superficie. Su capacidad para poder sumergirse hasta alcanzar profundidades de hasta 250 metros, lo convierte en un refugio seguro ante cualquier catástrofe, desde ataques nucleares hasta desastres naturales.

El Migaloo M5 es también un ejemplo de ingeniería puntera. Equipado con un sistema de propulsión avanzado, puede alcanzar una velocidad de 20 nudos en superficie y 12 nudos bajo el agua. Su estructura está diseñada para resistir las presiones del océano mientras garantiza la máxima estabilidad y confort para sus ocupantes.

Además, el submarino incorpora tecnología de última generación que permite disfrutar de una navegación segura y personalizada. Desde sistemas de filtración de aire y agua hasta un sistema de comunicaciones que asegura el contacto con el exterior, el Migaloo M5 está preparado para cualquier escenario.

Más allá de ser un símbolo de estatus, el Migaloo M5 responde a la creciente demanda de privacidad y seguridad en un mundo tensionado por las amenazas nucleares de Rusia en la guerra en Ucrania o que el dictador Kim Jong-un, en Corea del Norte, inste a reforzar "sin límites" la capacidad nuclear del país. Con este contexto global y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, este submarino se presenta como una inversión estratégica para aquellos que temen lo que pase en un mundo cada vez más incierto y, también, para los que pueden permitirse este "juguete de millonarios" que ronda los 2.000 millones.