Recopila 2.200 ordenadores y años después hace el negocio de su vida
Su propietario no se cree el éxito que está teniendo tras más de dos décadas.
Tener más de 2.000 ordenadores acumulados en casa durante más de dos décadas años puede parecer una auténtica locura, aunque puede no serlo tanto si a esa pregunta responde Pellegrini, un informático jubilado que, tras más de 30 años, ha deciidido 'abrir' el negocio de su vida.
Su historia se remonta a los años 80, cuando en Canadá, una empresa encargada de fabricar ordenadores, intentó crear el que habría sido el 'primer Internet' de la historia. Su nombre, NABU Network, intentó adelantarse unos años a la creación de Internet, pero su proyecto no obtuvo los resultados esperados y se vio obligada a cerrar.
Tras solo tres años (en 1985), la empresa cerró y miles de ordenadores se quedaron sin estrenar sin siquiera haber salido de sus cajas. En ese momento, James Pellegrini no lo dudó y se llevó más de 2.000 ordenadores con la intención de despedazarlos y vender sus piezas más valiosas, como los procesadores Z80 que contenían -incluso a día de hoy son demandados-.
Más de 20 años después
Pero antes de comenzar a destrozarlos, tuvo la idea de crear un sistema de central telefónica que utilizase estos procesadores pero pronto se dio cuenta de que no contaba con los recursos necesarios para llevar a cabo tan ambicioso plan, por lo que pasaron los años y los 2.200 ordenadores permanecieron en su casa durante más de 20 años.
Pasado ese período, Pellegrini creyó que era el momento de darles salida y se decantó por ponerlos a la venta en Craiglist, un portal de compra-venta de segunda mano muy conocida en Estados Unidos. El precio inicial fue de 20 dólares aunque Pellegrini se percató de la gran demanda que había por este producto y poco a poco comenzó a incrementar el precio; primero a 40, luego a 60 y finalmente a 100 dólares.
Actualmente continúa vendiéndolos a un precio de 119 dólares aunque ya no a través de Craiglist, sino de eBay, donde la demanda es aún mayor por el número de personas que la usan. La antigüedad, el valor que tiene en sí mismo y lo revolucionario que fue para la época, han provocado que se convierta en un dispositivo con un valor añadido incalculable, algo que está aprovechando a la perfección Pellegrini para dar 'el pelotazo' de su vida.