Llegan a Europa los camiones indetectables y es cuestión de tiempo que patrullen por las carreteras españolas
Francia e Irlanda ya los utilizan.
La lucha por reducir la siniestralidad en las carreteras europeas llega a un nuevo nivel. Al menos Francia e Irlanda han introducido una herramienta más en su arsenal de vigilancia: los camiones camuflados. Estos vehículos, difíciles de identificar y que ofrecen una vista privilegiada desde la cabina, permiten a las autoridades registrar infracciones sin que los detecten, un método que se aplica ya en ambos países y está dando resultados. España, donde la seguridad vial es una prioridad, podría ser el próximo país en implantarlo.
Hasta ahora, Francia ha liderado algunas iniciativas respecto a la seguridad vial, sirviendo de empleo para otro países de la Unión Europea. El carnet por puntos y las sanciones que se aplican en España para los que usan las redes sociales para alertar sobre los controles de alcoholemia, por ejemplo, siguen el modelo francés. En esta ocasión, los camiones camuflados se han convertido en una de las herramientas más eficaces para vigilar las carreteras galas porque los agentes pueden circular sin levantar sospechas y registrar infracciones como el uso indebido del teléfono móvil o los excesos de velocidad.
El camión, la pieza clave en el control del tráfico
A diferencia de los coches y las motos camufladas de Tráfico, que ya circulan por España, los camiones ofrecen una ventaja crucial: la altura de la cabina permite a los agentes ver claramente el interior de otros vehículos y detectar conductas peligrosas que desde un turismo pasarían desapercibidas. En Irlanda, estos camiones indetectables circulan sin caja de carga, lo que podría levantar sospechas, pero su camuflaje está diseñado para que parezcan completamente comunes. Solo las luces luminosas y las sirenas, ocultas en la parrilla y los faros traseros, se activan cuando es necesario detener a un infractor.
España también cuenta con una variedad de vehículos camuflados: alrededor de 35 motos, 15 furgonetas, más de 100 coches y helicópteros que vigilan desde el aire. Hace años, se pudo ver un camión con características similares por las carreteras españolas, pero nada se ha vuelto a saber de él. Sin embargo, dado el éxito de este método tanto en Francia como en Irlanda, es solo cuestión de tiempo que la DGT recurra a esta estrategia.
Con la implantación de estos camiones, resurge el debate sobre los límites hasta los que se debe llegar en la vigilancia de las carreteras. Si bien el objetivo es reducir accidentes de tráfico y salvar vidas, algunos cuestionan si el uso de vehículos indetectables podría afectar a la confianza entre conductores y las autoridades de tráfico. Lo que está claro es que la seguridad vial sigue siendo una prioridad en toda Europa, y las medidas para combatir la siniestralidad, aunque a veces polémicas, seguirán evolucionando.