Comienza la construcción del cohete europeo que alcanzará los 800.000 kilómetros por hora
Así lo ha comunicado Pulsar Fusion, la empresa encargada de su fabricación.
El nombre de Pulsar Fusion puede que no resulte familiar a la mayoría de la gente, pero puede que en poco tiempo haya conseguido un hito sin precedentes en el mundo de la fusión nuclear.
Aunque quedan muchos pasos por dar, Pulsar Fusion lleva desde 2013 trabajando para lograr un cohete que rompa todas las barreras conocidas hasta el momento. Todo comenzó en la ciudad británica de Bletchley, donde tras diez años, han anunciado el inicio de la construcción del primer cohete que cuente con un motor de propulsión nuclear.
Este objetivo, sumamente ambicioso, requiere de enormes esfuerzos por parte de la compañía, ya que tendrá que trabajar que temperaturas y presiones ultra elevadas, para lo que necesitan una maquinaria y una fuerza de trabajo titánica.
¿En qué consiste el proyecto?
El principal objetivo de Pulsar Fusion es lograr que el motor del cohete -cuya fecha de lanzamiento está pensada para 2027-, funcione directamente con fusión nuclear, eliminando el paso por el que la fusión genere la electricidad con la que funcione el motor.
En caso de poder llevar a la práctica tan ambicioso proyecto, el cohete en cuestión podría alcanzar unas velocidades astronómicas al confinar el plasma que se encuentra a millones de grados, algo que puede, llegando a poder desplazarse a unas 500.000 millas por hora, que serían unos 800.000 kilómetros por hora.
Para ello tendrán que confinar magnéticamente el plasma, que se encuentra a millones de grados, como la temperatura del Sol. Ello permitiría reducir los viajes espaciales de forma considerable, pudiendo llegar a Titán -la luna de Saturno- en algo menos de dos años, reduciendo su tiempo actual en cinco veces.
Incertidumbre y expectación
Hasta el día de hoy, Pulsar Fusion se ha caracterizado por ser una compañía centrada en la investigación, por lo que este proyecto genera tanta expectación como dudas. De hecho, para lograrlo han tenido que aliarse con otra startup especializada en la fusión nuclear ubicada en Nueva Jersey denominada Princeton Satellite Systems, con la que realizarán simulacros para mejorar el diseño y las prestaciones del cohete.
En el caso de Princeton Satellite Systems, cuentan con más de 20 años de experiencia -desde 2002- investigando sobre los motores de fusión directa, llevando a cabo varios proyectos con el Departamento de Energía de Estados Unidos y el Laboratorio de Física del Plasma de la Universidad de Princeton.
En el caso de ir avanzando en su construcción, el nuevo cohete podría ser considerado como el nuevo SpaceX, aunque siempre está la elevada posibilidad de que todo quede en un intento más en el campo de la investigación.