20 cosas que aprendí de mi segundo hijo
Cuando me quedé embarazada por segunda vez, pensé: "Ya sé de qué va esto". En algunos casos, era cierto. No me estresé ni mucho menos como solía hacer con el primero. Pero enseguida descubrí que el segundo bebé era otra persona diferente, y que aún tenía mucho que aprender.
El mayor cambio en la vida de una mujer ocurre cuando se convierte en madre. Con mi primer hijo, tenía la sensación de que todos los días estaban llenos de sorpresas.
Cuando me quedé embarazada por segunda vez, pensé: "Ya sé de qué va esto". En algunos casos, era cierto. No me estresé ni mucho menos como solía hacer con el primero. Pero enseguida descubrí que el segundo bebé era otra persona diferente, y que aún tenía mucho que aprender.
Estas son 20 de las cosas que aprendí con mi segundo bebé.
1. Que tu primer embarazo vaya bien o mal no quiere decir que el segundo vaya a ser igual.
2. No hace falta coger a un bebé con tanto cuidado. De hecho, se acostumbran con mucha facilidad a que les lleven como si fueran un balón de fútbol.
3. Seguro que cuando estás embarazada, te preocupa que el mayor deje de ser hijo único. Tranquila, sabrá sobrellevarlo.
4. Incluso un niño relativamente pequeño encontrará la manera de pelearse con su hermano mayor.
5. El armario completo de un bebé puede constituirse de cinco bodis con manchas.
6. Aunque estés convencida de que no soportarás el periodo de reposo en cama, sobrevivirás. Puede que estés un pelín malhumorada, pero podrás con ello.
7. Tu cuerpo no vuelve a su estado original con tanta facilidad como lo hizo con el primero (si es que lo conseguiste en el primer embarazo...).
8. Te sentirás más cansada de lo que nunca pudiste imaginar.
9. Un bebé no necesita zapatos.
10. Puedes hacer las mismas cosas que hacías con el primero y aún así, que el segundo salga totalmente diferente.
11. No volverás a pensar que tener un niño es duro.
12. No tendrás tiempo para ti misma en absoluto. Aunque sea una casa llevada por dos, ninguno de vosotros podrá cogerse unos días libres.
13. No eres gritona, ¿verdad? Bueno, si lo que quieres es que tus hijos te oigan, ahora lo vas a ser.
14. Mi voz al cantar no es insoportable. De verdad.
15. Os prometo que a algunos niños no les gusta la tele.
16. Lo más cerca que puedes estar de tomarte un descanso es tumbarte alguna vez en el suelo mientras tus niños se te suben encima gritando "¡yija!"
17. No hay nada que se construya "a prueba de niños".
18. Antes de que te des cuenta, el niño se habrá subido a cualquier mueble de la cocina.
19. Si el mayor se ríe del pequeño, este último seguirá haciendo lo mismo una y otra vez. El mayor no se ríe de su buen comportamiento, claro.
20. Hay suficiente espacio en tu corazón para querer a tu segundo hijo tanto como quisiste y quieres al primero.
Traducción de Marina Velasco Serrano