Va a las montañas y se tropieza con lo que considera una mina: llegan los arqueólogos y activan una excavación de emergencia

Va a las montañas y se tropieza con lo que considera una mina: llegan los arqueólogos y activan una excavación de emergencia

Una joya vikinga encontrada por casualidad durante una excursión por la montaña puede reescribir parte de la historia de los asentamientos en los países nórdicos.

Una de las fíbulas con las que trabajan en el Museo Jamtli de Suecia.Jamtli Museum

El día que Eskil Nyström, un joven sueco al que le apasiona perderse por las montañas de la provincia de Jämtland, cerca de la frontera de Noruega, salió a dar un largo paseo para disfrutar de la naturaleza, no pensó que en esa caminata se iba a encontrar con un objeto que, sin comerlo ni beberlo, le cambiaría la vida y parte de la historia de Suecia. Lo que en un principio parecía los restos de una mina olvidada, resultó ser un fragmento de historia vikinga que ha pasado más de mil años enterrado.

El objeto, según explica la web Stilearte, tiene una forma que se parece a la del caparazón de una tortuga y está decorado con intrincados patrones. Motivos suficientes para llamar la atención de Nyström, quien no dudó ni un segundo en usar su cámara para hacerle una foto al extraño objeto, anotar las coordenadas de su ubicación y ponerse en contacto con los arqueólogos del Museo Jamtli de Östersund, que rápidamente confirmaron que lo que el joven sueco se había encontrado era una 'fíbula ovalada' del siglo IX, un tipo de joya que usaban las mujeres vikingas para sujetar su ropa y, de paso, mostrar su estatus social.

Este hallazgo, pronto derivó en una excavación de emergencia en la zona en la que Eskil había encontrado lo que creía que era una mina y lo que se descubrió resultó ser aún más sorprendente: la tumba de una mujer vikinga en una región montañosa. En el lugar, los arqueólogos encontraron huesos calcinados y otra joya, una fibula circular decorada, que formaban parte de una tumba de cremación, un rito funerario común entre los vikingos.

"Es la primera tumba vikinga de una mujer que aparece en una zona montañosa", apuntó Anders Hansson, el director de la excavación. Hasta ahora, este tipo de enterramientos, en montes, eran exclusivamente masculinos, algo que plantea nuevas preguntas sobre el papel que tenían las mujeres en esta región y su participación en movimientos nómadas.

Un funeral improvisado en medio del viaje

Los expertos sugieren que la mujer pudo haber muerto durante un viaje de su clan. Por lo remoto del lugar y la simplicidad del enterramiento, parece que se improvisó un funeral en medio del desplazamiento. Los restos se enterraron en un hoyo de poca profundidad, se cubrió con tierra y el paso del tiempo, además de la erosión, hizo el resto, dejando al descubierto los extraños objetos siglos después.

En la sociedad vikinga, las fíbulas de tortuga como la localizada en la tumba se utilizaban para identificar a las mujeres casadas, pero también tendría ciertas funciones prácticas y, posiblemente, algún significado religioso. “Es posible que se emplearan como símbolos protectores o, incluso, puede que se usasen como pequeño recipiente", explicó Hansson. Su complejidad y simbolismo, sin embargo, ayudan a comprender el estilo de vida de las mujeres y las creencias de la sociedad vikinga.

Aunque los hallazgos han sido impresionantes, los arqueólogos no creen que el misterio de esa tumba se haya terminado. En 2025 regresarán al lugar para realizar excavaciones más exhaustivas para determinar si se trata de un enterramiento aislado o, en cambio, se trata de un cementerio más grande. "Este descubrimiento nos obliga a replantearnos las prácticas funerarias y el papel de las mujeres en las comunidades vikingas que habitaban regiones montañosas”, concluye Hansson.

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