Una nube de dióxido de azufre se aproxima a Europa
Una nube volcánica, procedente de Islandia, flotará sobre la Península.
La erupción volcánica del 22 de agosto en la península islandesa de Reykjanes, no solo desembocó en la expulsión de lava del cráter, sino que también ha generado una nube de dióxido de azufre (SO2) que se traslada rumbo hacia Europa. Así lo han afirmado los servicios meteorológicos, quienes comenzaron a registrar altos niveles de SO2 en la atmósfera tras la catástrofe. Se trata de la sexta erupción volcánica en el país, que cuenta con más de 200 volcanes, desde diciembre del año pasado.
Cabe destacar que el SO2 es un gas tóxico, altamente soluble en agua e incoloro, que puede generar irritación grave en caso de una exposición prolongada en el tiempo, afectando a la piel, las vías respiratorias y las membranas mucosas. De hecho, las personas con asma y otros problemas respiratorios son muy vulnerables y pueden tener síntomas con niveles mucho menores. Del mismo modo, los suelos y ecosistemas acuáticos y forestales, así como los edificios y construcciones también pueden resultar dañados gravemente.
Además, tal y como advierten, debido a la tendencia de los vientos durante esta semana, la nube cubrirá Francia, España, Reino Unido, Dinamarca e incluso Italia, aunque los riesgos serán casi nulos ya que se encuentra a altitudes muy elevadas.
De hecho, ya se ha comprobado su presencia en varios puntos de España, como en las Islas Canarias, donde las concentraciones han sido algo más altas que en el resto de Europa. "Aunque en Europa los vientos han llevado la nube por las capas altas de la atmósfera, en Canarias las concentraciones de SO2 han llegado a capas bajas de la atmósfera debido al alisio", detalla el investigador del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC), Sergio Rodríguez, respecto a la presencia de la nube sobre las islas. Se espera que durante esta semana vuelva la nube, aunque aún no se conoce que niveles de concentración de estas partículas dejará.