Un psicólogo desvela el motivo que impulsa a poner banderas de España en los balcones
La presión social de un vecindario explica la exhibición de los símbolos nacionales.
En muchas ciudades españolas, especialmente desde el procés de Cataluña, es habitual ver banderas de España colgadas de los balcones. Aunque todo puede parecer un gesto puramente patriótico, un estudio de la Universidad de Comillas publicado en 2017 sugiere más bien lo contrario: la principal motivación es la imitación social.
Para completar el estudio, los responsables de la investigación Carlos Martínez y Carmen Valor han analizado cómo influyen las dinámicas de grupo en el comportamiento de los individuos y han llegado a una conclusión: “El fenómeno no tiene tanto que ver con el patriotismo individual, sino con una dinámica de grupo en la que la presión social a nivel de bloque desempeña un papel clave”, explican. Es decir, cuantos más vecinos cuelgan banderas en un edificio, más probable es que otros se sumen al gesto, incluso si no comparten una motivación ideológica fuerte.
El estudio, basado en encuestas y el análisis observacional, concluye que este fenómeno encaja dentro del llamado efecto endógeno descrito por el sociólogo Charles F. Manski en 1993. Esto significa que las personas tienden a imitar a sus vecinos directamente, sin que factores como la ubicación del barrio o el nivel socioeconómico tengan un peso decisivo. “La presión está en el microentorno, es decir, el bloque de vecinos. Uno sabe perfectamente quién vive en el quinto y si ha colgado la bandera o no”, apunta Martínez.
Además, la investigación detalla que la bandera española, al asociarse a connotaciones ideológicas específicas, puede cohibir a quienes no comparten una ideología marcada. Sin embargo, si alguien da el primer paso, el resto podría seguir por inercia. “Una persona con una ideología de derechas muy marcada puede liderar el gesto, y sus vecinos, aunque no tengan convicciones tan claras, acaban imitándola”, añade el experto.
De jóvenes viscerales a ancianos conservadores
Uno de los hallazgos más interesantes del estudio es el perfil de las personas que cuelgan banderas de España en sus balcones. Según la investigación, se observa una distribución demográfica en forma de 'U': los jóvenes y los mayores son los más propensos a hacerlo, aunque por razones diferentes.
Los jóvenes, según los responsables del estudio, lo hacen más bien por "visceralidad". Los segundos, los ancianos, se mueven más por un fuerte arraigo identitario. Aunque pueda parecer un gesto profundamente reflexivo el estudio lo asocia, sin embargo, con gestos tan habituales como puede ser el consumo de leche orgánica. "Es un comportamiento de imitación, condicionado más por el entorno que por convicción individual”, dice el texto.
Los investigadores usarán este caso para profundizar en cómo los comportamientos simbólicos responden a dinámicas sociales aparentemente triviales. "La clave está en comprender hasta qué punto nuestras decisiones están influenciadas por el entorno, incluso en gestos tan cargados de significado como exhibir una bandera", concluyen los autores. El análisis, que conecta patriotismo, ideología y dinámicas de grupo, arroja una nueva perspectiva sobre un gesto que, aunque aparentemente personal, está moldeado por la compleja interacción de nuestras relaciones sociales.