Un mineral del tamaño de una lata de refresco jubila los cañones de nieve
Una invención que podría suponer un punto de inflexión para la industria del esquí y los deportes de invierno.
Las estaciones de esquí, más de la mitad en Europa están amenazadas por el cambio climático, han depositado todas sus esperanzas en la tecnología desarrollada por un equipo dirigido por el físico español Albert Verdaguer. Un nuevo método que se presenta como una posible solución, más eficiente y sostenible, a los problemas de nieve que sufren y que promete sustituir a los tradicionales cañones que tiñen de blanco las pistas.
La clave del proyecto de Verdaguer está en el feldespato, un mineral que en pequeñas cantidades, como puede ser la de una lata de conserva, tiene la capacidad de simular el proceso natural de formación de la nieve, siempre y cuando se introduce en un cañón especial con potencial de revolucionar la industria del esquí.
Lo más destacado de la ocurrencia española, según El Mundo, es su eficiencia energética: para abastecer la producción de un cañón durante toda la temporada de nieve, solo se necesita una cantidad de feldespato que cabe en una lata de refresco. Esto, se traduce en un uso significativamente reducido de agua, lo que podría ser crucial en regiones como Cataluña, que actualmente se enfrenta una situación de emergencia por sequía.
"Hemos logrado un ahorro de electricidad de entre el 30% y el 40%. Y hemos mejorado el ratio de transformación del agua en nieve del 75% al 95%, usando la misma cantidad de agua. Bastaría con el feldespato que cabe en una lata de refresco para abastecer un cañón durante toda la temporada", explica el creador del revolucionario aparato.
La invención española llega en un momento crítico para las estaciones de esquí. Algunas de ellas, condenadas a morir por falta de nieve natural. Actualmente, el Laboratorio de la nieve se encuentra en fase de pruebas, con la intención de llevarlas a estaciones tanto en España como en el extranjero, incluso a otros sectores, si los test culminan en éxito." Lo que está claro es que todas las instalaciones no podrán aguantar, solo lo harán aquellas con condiciones óptimas; de modo que la oferta se reducirá", señala Verdaguer.
Porque esta tecnología no solo podría ser la respuesta a la falta de nieve sino que también tiene posibles usos en otros campos, desde la conservación de alimentos hasta el reciclaje de residuos. En un contexto marcado por el cambio climático, esta invención podría suponer un punto de inflexión para la industria del esquí y los deportes de invierno.