Un hombre se embolsa 80.000 euros al año por alquilarse y no hacer nada: "Me siento feliz en cada momento"
Cobra entre 10.000 y 30.000 yenes por sesión (entre 61,41 y 184,23 euros).
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Un japonés llamado Shoji Morimoto, de 41 años, decidió un día emprender un negocio y comenzar a alquilar su compañía a cambio de algo dinero. Sus servicios no son otros que simplemente acompañar a la persona que le contrata, a cambio de una pequeña remuneración de entre 10.000 y 30.000 yenes por sesión (aproximadamente entre 61,41 euros y 184,23 euros).
"Básicamente me alquilo. Mi trabajo es estar donde mis clientes quieren que esté y no hacer nada en particular", explicó Morimoto. Además de un buen salario por no hacer prácticamente nada, su trabajo también tiene algunas otras ventajas.
"Hay muchos momentos favoritos en este trabajo, como cuando recibo un mensaje de oferta, cuando conozco a un cliente, cuando acompaño a un cliente a un lugar desconocido, cuando simplemente escucho una historia y me siento feliz en cada momento", afirmó ante el canal de televisión estadounidense CNBC.
En total, durante cuatro años ya ha realizado cerca de 4.000 sesiones, de dos y tres horas cada una, lo que se traduce en unas ganancias aproximadas de 80.000 euros tan solo durante el año pasado. Según relató, la mayoría de sus clientes le contactan por redes sociales, concretamente a través de X (antes conocido como Twitter), donde ya acumula cientos de followers.
"Su trabajo diario consiste en prestarse a desconocidos que buscan la compañía de alguien para casi cualquier cosa. Estas solicitudes pueden ir desde esperar a un corredor de maratón en la línea de meta hasta recibir una videollamada mientras un cliente aburrido redecora y limpia su habitación", explicó la CNBC.
La satisfacción de los clientes es tal, que incluso uno de ellos le contrató los servicios en más de 270 ocasiones. Sin embargo, existen algunas proposiciones que el japonés ha rechazado, como las relacionadas con el sexo o aquellas que requieren de viajes demasiado largos.
Gracias a este curioso proyecto, el hombre consigue sustento para su familia. "La gente tiende a pensar que para mí 'no hacer' es valioso porque es útil para los demás... pero en realidad no pasa nada por no hacer nada. La gente no tiene por qué ser útil de ninguna manera específica", subrayó.