Un experto del CSIC avanza otro fenómeno extremo en la misma zona de la DANA
El investigador Fernando Valladares advierte sobre las amenazas de un clima inestable y critica la ausencia de una respuesta política ante el cambio climático.
Fernando Valladares, doctor en Ciencias Biológicas, profesor en la Universidad Rey Juan Carlos e investigador del CSIC, habla sin rodeos sobre la DANA que ha arrasado varias localidades en Valencia. "Lo sabíamos, la ciencia lleva tiempo avisando que ya vivimos en un clima diferente", señala en una entrevista publicada por el diario La Voz de Galicia, en la que subraya que aunque los expertos no podían prever el desastre, contaban con datos claros sobre las condiciones que podrían provocarlo. "Desde la alerta roja de la AEMET ya sabíamos que algo grave podía pasar, pero la gente seguía trabajando a la una de la tarde. No me lo podía creer”, comenta con asombro.
El científico destaca que, además del cambio climático, hubo factores específicos que agravaron la situación: una combinación explosiva de aire frío en altura y un Mediterráneo más cálido que nunca. “A veces pecar de exagerados es mejor, y esta vez nos quedamos cortos. No se tomó ninguna medida hasta las ocho de la noche”, dice, visiblemente molesto con la gestión de la crisis.
Valladares también cuestiona que, mientras se avisaba de la alerta roja y se pedía a los padres que no llevaran a sus hijos al colegio, los adultos seguían en sus trabajos. “Es absurdo. Los niños no aportan al PIB, y parece que solo eso valoraron los políticos. Las medidas reales habrían sido cerrar comercios, aparcamientos… pero prevaleció el interés económico”, lamenta. Para él, gestionar el riesgo de una DANA implica comprender diferentes escalas de tiempo: desde el cambio climático a largo plazo, hasta la conservación de los ríos a nivel intermedio y la toma de decisiones rápidas en emergencias.
Sobre la respuesta del presidente valenciano Mazón y la reacción política en general, Valladares no se contiene. Acusa a las autoridades de “retardismo”, explicando que a menudo se amplifican las incertidumbres científicas para justificar la inacción. “Es negacionismo en forma de pasividad. Sabemos que hay un 98% de probabilidad de que ocurra, pero se aferran al 2% de duda y siguen adelante”, explica, señalando que, en lugar de escuchar a la Aemet, el gobierno autonómico ignoró las advertencias. “Incluso atacaron a la Aemet por alertar del riesgo. Es el mundo al revés: culpar al que avisa del peligro”, dice, mencionando el caso del sindicato Manos Limpias, que presentó una querella contra la agencia meteorológica.
En cuanto a las medidas necesarias para evitar estos desastres, Valladares defiende la urgencia de naturalizar los cauces de los ríos y adaptar las construcciones en zonas vulnerables. “Reforestar las riberas, permitir meandros y eliminar construcciones en áreas inundables ayudaría a reducir la velocidad del agua y minimizar los daños”, afirma, advirtiendo que “construir más embalses o encauzamientos es una solución simplista y no resuelve el problema de fondo”. Para Valladares, si los políticos no toman decisiones ahora, se enfrentarán a más catástrofes en el futuro. Y añade que el coste de los daños actuales es una fracción de lo que se podría haber invertido en proteger el medio natural y prevenir tragedias.
De cara al futuro, Valladares no duda en afirmar que los fenómenos extremos continuarán. “Apuesto a que este invierno veremos otro evento climático severo en la misma zona. El Mediterráneo sigue a temperaturas récord, y eso solo augura más desastres”, advierte. Destaca la necesidad de aprender de países como Japón o Chile, donde los sistemas de alerta temprana informan a la población en tiempo real. “Si la gente hubiera recibido un mensaje en sus móviles el día de la DANA, podrían haber evitado exponerse al peligro”, comenta, criticando a quienes ven estas alertas como una intromisión en la vida privada. “Los japoneses en España estaban mejor informados que los propios españoles”, lamenta.
Finalmente, el científico insiste en la urgencia de comprender y actuar de acuerdo con el cambio climático. Valladares se muestra optimista con algunos avances: “En Cataluña, ya se ha reconsiderado la construcción de paseos marítimos que destruyen dunas naturales. Hay políticos que están entendiendo la importancia de respetar el medio ambiente”, concluye, aunque reconoce que estos cambios aún son insuficientes ante la rapidez con la que se intensifican los fenómenos climáticos.