Un error judicial permite que siga en la calle el abusador de una niña en Cádiz

Un error judicial permite que siga en la calle el abusador de una niña en Cádiz

Al condenado no se le notificaron las medidas de alejamiento y no se ve forzado a cumplirlas. Hay constancia al menos de una violación de esa protección. 

Una niña entrando en un colegio, en una imagen de archivo.Getty Images

Lo ha desvelado Radio Cádiz, de la Cadena SER: un error judicial ha permitido que el abusador sexual de una niña siga en la calle, pese a haber quebrantado ya dos veces la orden de alejamiento que pesa sobre él. 

Según su información, la clave está en que la Audiencia Provincial gaditana "no ha notificado correctamente el requerimiento judicial para comunicarle al condenado que no puede aproximarse a la víctima a menos de 400 metros durante los próximos siete años y, de esta forma, se ha librado de entrar en prisión". En puridad, nada le obliga ahora mismo a cumplir con esta orden y el acercamiento a su víctima es factible. 

Hay que remontarse al 26 de junio de este año, cuando la Sección Tercera de la Audiencia Provincial leyó la sentencia de conformidad que habían alcanzado un hombre y la familia de una niña, todos residentes en Cádiz capital. Ese fallo, dice la SER, "fijó dos años de cárcel, seis años de libertad vigilada y siete años con una orden de alejamiento para que no se pudiera acercar a la víctima a una distancia menor de 400 metros". El acusado admitió así que había abusado de la cría, que era amiga de su hijo, "y a la que, por ese motivo, había llevado alguna vez a su propia casa". Gracias al acuerdo, eludía la cárcel, salvo que incumpliera las medidas acordadas.

El mes pasado las cosas se complicaron. Con el inicio del curso escolar, "cuando se reanudaron las clases, y a pesar de que los niños no estaban en el mismo colegio, el hombre fue visto en la puerta del centro escolar de la niña", escribe Pedro Espinosa. La propia madre de la pequeña lo vio y lo denunció oportunamente. Entonces, el hombre fue detenido y pasó la noche en la comisaría por quebrantar la sentencia que constaba sobre él. Y entonces es cuando se dieron cuenta, en el juicio rápido, de que el condenado no había recibido el requerimiento judicial obligatorio donde se explicita esa orden de alejamiento. Sin esa comunicación, no se puede aplicar. 

Lo habitual en una sentencia de conformidad, expone la información, es "leerle ese requerimiento a viva voz en sala y hacérselo firmar en ese momento". Así es como el culpable deja las instalaciones sabiendo plenamente lo que puede y no puede hacer y su víctima está protegida desde el minuto uno. No fue eso lo que pasó en este caso. 

"En el vídeo de la lectura de la sentencia se pudo comprobar que no se realizó la notificación correcta de las medidas acordadas, como esa orden de alejamiento", añade el citado medio. El fallo se cometió entonces pero lleva meses pendiente, porque tampoco se le notificó al hombre por escribo lo decidido. Por eso, por más que peleasen los abogados de la cría y el fiscal, el atacante tuvo que ser liberado. 

El abogado de la víctima, Juan Manuel Espinosa, ha denunciado en la SER que este episodio pone en entredicho el sistema de justicia español. Además, ha explicado que la familia optó por una "sentencia de conformidad" justo por evitar un sufrimiento mayor a la niña, yendo a juicio, una postura de la que su agresor se acabó beneficiando. 

"Se acordaron medidas lo suficientemente fuertes como para garantizar que no tuviera que enfrentarse a su abusador en los siguientes siete años. Se le evitaba tener que ir a un juicio, donde hubiese tenido que recordar todo lo ocurrido. El agresor reconocía los hechos y se evitaba así una vista que podría haber puesto en entredicho el testimonio de la víctima. Y, sobre todo, se evitaba prolongar esta situación con un juicio y los consiguientes recursos", ha declarado. Ahora no hay nada.

La familia de la víctima denuncia que, "al menos", ha llegado a quebrantar la orden de alejamiento una vez, pero ni por esas hay cambios en la situación. "De momento, sigue sin constar que el condenado haya recibido ya el requerimiento judicial que le impide acercarse a la víctima. Así que podría volver a incumplir esa orden con total impunidad", concluye Radio Cádiz.