Un árbol Frankestein da 40 frutos diferentes
Una especie única de la que apenas existen medio centenar de ejemplares.
El profesor de arte de la Universidad de Siracusa, Sam Van Aken, ha logrado un verdadero milagro de la agricultura y el arte con lo que él llama el árbol Frankenstein. Haciendo uso de varias técnicas tradicionales de injerto y también una dosis considerable de paciencia, este árbol tan singular es capaz de producir 40 variedades distintas de frutas a la vez, que a lo largo de las estaciones se convierte en un espectáculo visual en constante evolución, cambiando sus colores, apariencia y fragancia.
Para que la creación del árbol Frankenstein fuese posible, Van Aken ha tenido que involucrar en su proyecto a un equipo de expertos en biología y agricultura. Ese equipo le ha dado al escultor estadounidense la clave para que un único árbol sea capaz de producir una diversidad tan impresionante de frutas: todas debían ser plantas de hueso.
El proceso de creación del árbol se divide en dos fases empieza con los injertos de 20 tipos de frutas en un árbol receptor fuerte y saludable. Al año siguiente, se realiza una poda y se incorporan otras 20 variedades, como melocotones, ciruelas, albaricoques, nectarinas y cerezas. Todo, sin técnicas complicadas ni componentes químicos. Un proceso natural.
El primero de los árboles Frankenstein se plantó, según la revista Viajar, en un huerto de la Estación Experimental Agrícola de Nueva York. A día de hoy hay 40 distribuidos en museos de arte, campus universitarios y propiedades privadas en los Estados Unidos. Van Aken describe su creación como una obra de arte, un proyecto de investigación y una forma de conservación. Para él, se trata de esculpir a través de los injertos y de manipular la naturaleza para crear belleza.
El árbol Frankenstein no es solo una hazaña de la agricultura y el arte, sino una obra que busca embellecer la naturaleza, romper la monotonía, sorprender a las personas y cambiar la percepción general de las cosas, según su autor.