Un agricultor deja pudrir 10 toneladas de arándanos
No compensa recogerlos: "La campaña pasada trabajé todo el año para ganar 1.500 euros".
Nunca un fruto tan dulce como un arándano había sido tan amargo para Marcos López, agricultor de la parroquia de Santa Leocadia, en el concello de Lugo. López decidió emprender hace diez años en estos frutos rojos, que tenían una salida muy buena en el mercado, pero ahora las cosas han cambiado mucho. España llegó a ser el gran exportador a Europa, pero ahora la llegada de arándanos desde Polonia y Portugal han dado al traste con el emprendimiento de este agricultor gallego, según informa La Voz de Galicia.
A pesar de que la calidad de sus arándanos es muy buena, pequeños agricultores como López no tienen la capacidad de hacer frente a los grandes productores, que cuentan con grandes terrenos de decenas de hectáreas o que acaparan además de la producción, también la distribución de los frutos.
El resultado: 10 toneladas de arándonos producidos en las tierras de López pudriéndose sin remedio. Este agricultor se queja y advierte de que los consumidores "deberían fijarse más en la procedencia de los que compra", ya que al final el mercado se cierra para los productores como él y los precios caen tanto que la sostenibilidad del negocio se hace imposible: "La campaña pasada trabajé todo el año para ganar 1.500 euros".
Esa es la razón por la que desde que hace dos años comenzó a ver que "la cosa iba cuesta abajo" ha decidido tirar la toalla con este fruto rojo. Solo comercializa pequeñas cantidades en el entorno cercano. Es una pena ver los frutos con un calibre que en el supermercado cotizan a unos 12 euros el kilo descender en caída libre desde la planta al suelo, asegura López.
Cansado de sortear vallas en un camino que no le llevaba a ninguna parte, aseguran desde La Voz de Galicia, Marcos ha decidido optar por mantener la plantación con la idea de traspasarla. Los obstáculos con los que se encuentran pequeños productores como él son muchos, y variados. "Por un kilo de arándanos te pagan entre 3 y 3,5 euros, pero además has de poner tú la cajita", dice Marcos. Después no hay mano de obra para recoger la fruta en temporada, con la consecuencia de que, como añade, "el trabajo de diez personas no lo puedes hacer con seis".
Para recoger los frutos que produce una hectárea hacen falta entre 7 y 10 personas. Pero, como dice un productor, "oxalá puidera pagar 2.000 euros a un traballador, pero non podo porque os prezos son os mesmos que hai dez anos. Só unha caixa de cartón dun quilo costa arredor de 50 céntimos" ("ojalá pudiera pagar 2.000 euros a un trabajador, pero non podo porque los precios son los mismos que hace 10 años. Solo una caja de cartón de un kilo cuesta alrededor de 50 céntimos", en castellano).