El último emperador en gobernar todo el Imperio Romano fue español: así marcó punto final a una era
Te explicamos el recorrido del emperador romano Teodosio el Grande.
Nacido en Cauca el 11 de enero de 347, Teodosio el Grande ostentó el título de emperador de Roma entre los años 379 y 395. Su reinado marcó el fin de una era al ser el último gobernante en dirigir el extenso territorio del imperio romano antes de su división permanente tras su fallecimiento.
Proveniente de una familia cristiana ortodoxa y de gran influencia en la aristocracia local, Teodosio creció en un ambiente de riqueza y poder. Su padre, Teodosio el Viejo, era un oficial del ejército romano de Occidente, enviado por el emperador Valentiniano I a combatir en Britania contra los bárbaros. Tras adquirir experiencia militar en estas campañas junto a su padre, Teodosio ascendió rápidamente, convirtiéndose en comandante militar de Mesia en el año 374. Sin embargo, la muerte de Valentiniano I en el año 376 y la posterior ejecución de su padre sumieron a Teodosio en una nueva realidad, teniendo que adaptarse a la vida como patricio en Hispania.
Tras un periodo de gobierno compartido entre los hermanos Valentiniano I y Valente, el imperio quedó en manos de los hijos de Valentiniano I y Graciano. La muerte de Valente en la batalla de Adrianópolis en el año 378 llevó a Graciano a nombrar a Teodosio como líder de los ejércitos en la parte oriental del imperio, elevándolo finalmente al rango imperial el 19 de enero de 379.
Durante su mandato, Teodosio enfrentó diversas crisis, entre ellas la negociación con los visigodos y su rey Atanarico, permitiendo su asentamiento en Mesia como federados del imperio. Tras el asesinato de Graciano en 383, Teodosio transfirió el título de co-augusto para Oriente a su hijo mayor, Arcadio, estableciendo así una nueva dinastía imperial en las provincias orientales.
El emperador también tuvo que lidiar con la amenaza del usurpador Magno Máximo en Occidente, quien intentó invadir Italia en el año 387. Tras derrotarlo en Poetovio en el año 388, Teodosio consolidó su autoridad en la región.
Impuso el catolicismo como religión oficial del imperio mediante el Edicto de Tesalónica en el año 380, después de ser excomulgado por el arzobispo de Milán, San Ambrosio, debido a su represión durante la revuelta de Tesalónica en el año 390. Este evento marcó un giro radical en las creencias de Teodosio, convirtiéndose en un ferviente defensor de la intolerancia religiosa al prohibir todos los cultos paganos.
En el año 392, la muerte de Valentiniano II levantó sospechas sobre el pagano Arbogastes, protector del emperador occidental. Teodosio entró en conflicto con Eugenio, un oficial allegado a Arbogastes, a quien venció en la batalla de Frígido en el mismo año. Esta victoria condujo a una breve unificación del imperio bajo el gobierno único de Teodosio, quien dejó la herencia imperial dividida entre sus hijos Arcadio y Honorio al reconocer las diferencias insalvables entre Oriente y Occidente.
Teodosio falleció en Milán el 17 de enero de 395 debido a un edema vascular, marcando el principio del fin del Imperio Romano.