La UE abre la puerta a la desaparición de los prospectos en papel de los medicamentos
La idea es digitalizar las clásicas indicaciones, como medida de ahorro y agilidad, pero se podrá ser flexible para atender a personas que lo sigan necesitando.
Lo ha adelantado este miércoles el diario El País: la Comisión Europea está preparando una reforma de la legislación farmacéutica de los Veintisiete y, entre otras medidas, plantea la desaparición de los tradicionales prospectos de los medicamentos y su sustitución por un sistema de códigos digitales QR o similares. Una apuesta por lo digital que vendría a revolucionar la manera en la que los pacientes acceden a la información de sus fórmulas.
En el documento comunitario, consultado por el diario, se defiende la medida por sus ventajas, como que "las cadenas de suministro ganarán en simplicidad, habrá menos problemas de escasez de medicamentos, la información disponible podrá actualizarse de forma inmediata y se logrará un notable ahorro en papel". Sostienen Bruselas que todas las partes implicadas en la negociación “apoyan" la medida, que entienden insoslayable en pleno siglo XXI.
Surge una pregunta básica ante el cambio: ¿cómo accederán a la posología o los efectos secundarios las personas que viven en un mundo más analógico, para las que lo digital es costoso, lejano o no asumible? El documento contempla a los mayores, vulnerables o personas con menos habilidades, reza la información de El País y por eso deja en manos de los países la decisión de ver "cómo y cuándo dar el paso", según “los distintos niveles de desarrollo digital de los Estados miembros”. Esto es: unos estados podrán eliminar los prospectos en papel sólo en los medicamentos destinados a hospitales (porque el personal que los maneja y entrega es profesional y no lo necesita), pero mantenerlos en las cajas que se venden en las farmacias. No es, pues, un cambio radical, 100% digital, sin mirar a quien tiene más dificultades de asumirlo.
¿Qué hará España? Pues es justo esta opción intermedia la que más gusta, según indican a este medio desde la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS). Puede haber otras vías intermedias, una implantación parcial, y cada país decidirá en un proceso que, avisan, aún tardará aproximadamente un año en aprobarse en Bruselas y que, luego, requiere de un proceso de adaptación, nación a nación.
El País indica, por la AEMPS, que “España inició hace un año un plan piloto para la desaparición de los prospectos en algunos fármacos de uso hospitalario que ha sido un éxito. En las próximas semanas, este plan será ampliado, pero no hay ninguna previsión por ahora de extender esta medida a los medicamentos de venta en farmacia”.
Para que las personas que no tienen grandes capacidades digitales no se sientan excluidos, alguna de las fuentes consultadas por el diario ponen sobre la mesa que, con el fin de garantizar el acceso a la información los colectivos más vulnerables, puedan solicitar que la farmacia los imprima los prospectos, todo y que, parece que no acaba de gustar en el sector. Una de las entidades que más contraria se ha mostrado a la posibilidad de que los prospectos puedan desaparecer de los medicamentos de venta en farmacia es la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).