Ni ventilador ni aire acondicionado: este es el trucazo heredado de los sabios egipcios para las tórridas noches de verano

Ni ventilador ni aire acondicionado: este es el trucazo heredado de los sabios egipcios para las tórridas noches de verano

Hace que se reduzca la temperatura corporal y se pueda conciliar mejor el sueño.

Mujer egipciaDall-E

El verano se asocia a las vacaciones y por defecto al descanso. Sin embargo, el calor de esta época hace que se complique conseguir dormir profundamente, sobre todo en las llamadas noches ecuatoriales o tórridas con temperaturas mínimas de 25 grados o superiores. 

Cuando se dan este tipo de noches, se produce un aumento de trastornos del sueño como el insomnio. También se incrementa el estrés, el malestar emocional y la irritabilidad en la población en general. Todo ello hace que conciliar el sueño sea un auténtico reto. 

Existen remedios como abrir las ventanas y puertas para hacer corriente o enchufar el ventilador o encender el aire acondicionado, pero todas ellas tienen un inconveniente que es el ruido. La temperatura bajará pero tampoco se podrá descansar si se oye lo que está pasando en la calle o el sonido de los aparatos funcionando. 

Trucos de hace siglos

Sin embargo, existe un truco que utilizaban los egipcios para combatir las calurosas noches. Se trata de una práctica que se puede seguir usando ya que es muy simple y eficaz. Consiste en humedecer ligeramente la sábana con la que uno se cubre para dormir. 

Esto lo podemos hacer a mano con un pulverizador o también podemos lavarlo y sacarlo de la lavadora justo antes de usarlo. La humedad de la sábana hará que se reduzca la temperatura corporal y se pueda conciliar el sueño. No obstante, hay que tener en cuenta que no tardará mucho en secarse si hace mucho calor. 

Titania
Titania
Santander

Existe otro antiguo truco, esta vez de origen Japonés, que se basa en colocar un colchón en el suelo o lo más cerca posible de este. Esto se debe a que el calor tiende a subir, por lo que dormir lo más abajo posible te aleja del calor y puede ayudar a mantener una temperatura corporal más baja.