Trabajadora de un chiringuito denuncia que la han echado "por tener pelo en las axilas"
El caso ha sido desvelado por el colectivo LGTBI Qaliubdn, que localiza el caso en un local de Badalona. Los propietarios niegan haber discriminado a la exempleada.
Una trabajadora de un chiringuito de Badalona (Barcelona) ha denunciado que ha sido despedida "por tener pelo en las axilas", en lo que se trataría de un caso de "discriminación" o "sexismo". Así es como califica lo ocurrido el colectivo LGTBI Qaliubdn, centrado en la defensa de la igualdad en el citado municipio, que ha dado a conocer el caso a través de sus redes sociales.
En su cuenta de Instagram, esta organización relata lo ocurrido, siempre manteniendo en el anonimato a la empleada. La entidad, que replica el mensaje de la trabajadora implicada, explica: "Fue la queja de un cliente la que hizo que me impusieran la condición de depilarme o llevar manga corta si quería continuar trabajando allí".
Unos días después de ese episodio, a fecha de 25 de junio, desde el chiringuito le comunicaron que no seguiría con ellos. Estaba aún en periodo de prueba. La chica alegó que era "injusto y que en ningún momento se la había advertido antes de firmar el contrato de ninguna norma física ni ningún tipo de uniforme". En el escrito, también se alega que los compañeros hombres del local pueden llevar tirantes teniendo mucho más pelo que ella en las axilas.
En El Periódico de Cataluña se ha puesto en contacto con el chiringuito, llamado Kailua, y allí niegan que el despido de la trabajadora fuera "consecuencia del aspecto físico de la trabajadora", si bien admiten que hubo una "mala gestión de la situación" a raíz de la queja de unos clientes: "No se gestionó bien y se planteó cambiar el protocolo de vestimenta, pero no hubo ninguna discriminación", explican fuentes del local.
Insisten en que después del episodio con los clientes, "donde hubo una mala gestión", a la trabajadora "se le comunicó un cambio de protocolo". Ella lo aceptó, afirman, y se llegó a depilar voluntariamente, indican, pero a los dos días cambió de opinión diciendo que no le parecía bien. "A partir de ahí, ella se mostraba conflictiva y fue cuando uno de los encargados le dijo que ya no podían contar más con ella", explica uno de los propietarios del chiringuito, que remarca que "generaba mal ambiente entre los compañeros".
El sindicato sindicato CNT-AIT Badalona, que lleva el caso, insiste en la versión de la trabajadora y del colectivo que lo ha difundido. Entienden que el caso es discriminatorio. El citado diario sostiene que la mujer ahora "está muy afectada" por la situación y que "no se le informó de protocolo ni código de vestimenta alguno antes de formalizar el contrato". También replican a los propietarios del bar y señalan que la protagonista de este suceso es "una buena y comprometida trabajadora".