El Titanic vuelve a navegar de la mano de un magnate
El barco, de 269 metros de eslora, podrá transportar a unos 2.435 pasajeros en sus nueve niveles.
El excéntrico millonario australiano Clive Palmer ha anunciado este miércoles un plan, el tercero en una década, para construir una réplica del Titanic, el mítico transatlántico británico que se hundió durante su viaje inaugural en 1912.
El magnate minero, quien abrió en 2013 un enorme parque con réplicas de gigantescos dinosaurios animatrónicos en su propiedad del estado nororiental de Queensland, ha afirmado que si bien el Titanic II tendrá el mismo diseño interior y de cabina que el original, su sistema de seguridad será moderno y su tecnología del siglo XXI, según EFE.
"Será el barco del amor y lo último en estilo y lujo", ha indicado Palmer, según declaraciones recogidas por la televisión australiana Channel 9.
La réplica del Titanic, que será gestionada por la empresa de cruceros Blue Star Line, pretende "ofrecer a los pasajeros un viaje en el tiempo sin parangón, sumergiéndoles de lleno en la opulencia y el esplendor de la vida a bordo del Titanic original", ha precisado.
El barco, de 269 metros de eslora, podrá transportar a unos 2.435 pasajeros en sus nueve niveles, que incluyen cabinas y comedores lujosos, piscinas, salón de baile y casino, entre otras comodidades.
Anteriormente, Palmer intentó lanzar el proyecto del Titanic en los años 2012 y 2018, aunque en ambas ocasiones se paralizaron las iniciativas por problemas de financiación, mientras que el actual proyecto no cuenta con una fecha para el inicio de operaciones.
Aunque aún no se ha confirmado el astillero para la construcción del próximo Titanic, Palmer estima que las licitaciones se darán a conocer en junio de 2024. Los contratos serán firmados en diciembre y se espera que la obra empiece a principios de 2025. Si este cronograma se cumple, el Titanic II podría zarpar en junio de 2027, marcando así su viaje inaugural.
El transatlántico británico Titanic se hundió la noche del 14 de abril de 1912 durante su viaje inaugural hacia la ciudad de Nueva York al chocarse con un iceberg, causando la muerte de unas 1.500 personas.
Esta tragedia fue llevada a la pantalla por el cineasta James Cameron a través de la película 'Titanic' en 1997, con una historia basada en hechos reales al estilo de 'Romeo y Julieta', ya que plasmaba el romance entre Jack (Leonardo di Caprio), un joven de clase baja, y Rose (Kate Winslet), una adolescente rica, cuyos destinos se cruzaron por casualidad en ese barco.