8M: Salarios, roles, pensiones y otros datos que muestran la desigualdad de género en España
Las mujeres asumen las tareas de los cuidados, que las abocan a una mayor precariedad y unas pensiones sensiblemente más bajas que las de los hombres.
Poco que celebrar y mucho que reivindicar en las manifestaciones que este 8M recorrerán las calles de las principales ciudades de España. A pesar de que la polémica de la ley del 'Solo sí es sí' y la división que ha suscitado en el seno del Gobierno de coalición ha opacado buena parte del fondo de esta jornada, los problemas de fondo siguen estando muy presentes.
Las mujeres siguen teniendo salarios más bajos que los de sus compañeros hombres, asumen cargas de cuidados más a menudo, sufren más jornadas parciales y llegan a la tercera edad con pensiones sensiblemente más bajas.
Aunque el feminismo ha ganado terreno, las desigualdades siguen a la orden del día, y basta con dar un paseo por los datos que publica el Instituto Nacional de Estadística o la Tesorería General de la Seguridad Social para dar cuenta de ello.
Salarios, jornadas, temporalidad, inactividad, paro...
Ellas reciben menos dinero por las tareas que realizan y, por lo general, tienen una presencia menor en el mercado laboral. Su tasa de actividad es diez puntos menor que la de los hombres, un 53,79% la de ellas frente al 63,53% de ellos. Pero donde realmente se aprecia la desigualdad en cuanto a la asunción de las tareas de los cuidados es en la inactividad y las causas que la motivan.
Las personas "inactivas" son aquellas mayores de 16 años que ni tienen ni buscan un empleo debido a una causa concreta, y están contabilizadas en la Encuesta de Población Activa (EPA). En el cuarto trimestre de 2022, alrededor de 638.000 mujeres estaban en esa situación porque tenían que cuidar a niños, adultos enfermos o personas incapacitadas o mayores. Los hombres inactivos por esa misma causa son 55.000.
Por otra parte, los sueldos medianos, aquellos más frecuentes, de las mujeres no alcanzan ni de lejos a los masculinos, que desde 2008 siempre se han movido por encima de los 20.000 euros anuales. Los de ellas ni siquiera llegan a esa cifra en 2020, último año recogido en la Encuesta de Estructuras Salariales que publicó el INE en 2022.
2022, año de la contratación indefinida (pero para ellas menos)
España ha vivido un 2022 en el que el mercado laboral, fruto en buena medida de los efectos de la reforma laboral, una reducción histórica de la temporalidad, y un crecimiento de igual relevancia en la contratación indefinida. Por contra, esa disminución no ha beneficiado a todos por igual, sino que se ha notado sobre todo entre los hombres, que han pasado de suponer más de dos millones con contrato indefinido en el último trimestre de 2021 a 1,32 en el mismo periodo del año siguiente.
Entre ellas, la temporalidad también ha bajado, pero alrededor de un 50% menos. Mientras que en el cuarto trimestre de 2021 eran 2,29 millones, cerraron el año pasado en los 1,72. La distancia por sexos a este respecto es cada vez más acusada, y a esta situación se suma, además, que ellas siguen sufriendo una tasa de paro del 14,61%, según la EPA, frente al 11,32% de los hombres.
Los roles de género presentes en el trabajo
Ellas, enfermeras y maestras, ellos, informáticos y científicos. Las mujeres ocupadas en España lo están, abrumadoramente, en el sector servicios, concretamente el 88,6% de las mismas. Después de la industria (8,4%), la construcción (1,9%) y la agricultura (1,2%). Los hombres, en ese mismo orden, se encuentran más repartidos, lo que se traduce en una mayor representación en casi todos los ámbitos laborales: 65,6%, 18,3%, 10,9% y 5,2%.
Por ramas de actividad, la diferencia de ocupados deja a la luz cómo imperan los roles de género en según qué profesiones. En el sector de la sanidad y los servicios sociales y el de la educación, una inmensa mayoría de las personas que trabajan en ellos son mujeres, al igual que en las tareas del hogar.
La vuelta a la tortilla se da si se compara con la situación en las ramas de ciencias. Las científicas, por ejemplo, aunque presentan un número similar al de científicos, en 2022 sufrieron un bajón con respecto a los años anteriores, cuando llegaron a situarse por encima. Al mismo tiempo, en otras profesiones, como las relacionadas con la informática, la presencia de las mujeres sigue siendo muy inferior a la de los hombres.
Estas desigualdades en carreras de ciencias, especialmente en matemáticas, estadísticas o ciencias naturales fueron confirmadas en el informe CYD 2021/2022. El documento califica de "muy preocupante" la escasa presencia femenina en las disciplinas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en ingles).
La distancia en las pensiones
Suma y sigue. Los menores salarios, jornadas reducidas y la asunción de los cuidados en detrimento de la actividad laboral desembocan en una brecha de género que se alarga hasta el momento de percibir una pensión, o lo que es lo mismo, se alarga toda la vida. Esta situación ha sido denunciada en numerosas ocasiones por los agentes sociales, como el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) que elabora informes anualmente sobre esta situación.
En España, según los datos de la Seguridad Social, había 9.067.267 pensionistas en febrero de 2023, 4.597.957 hombres (50,7%) y 4.469.269 (49,3%). Esos porcentajes, separados por apenas una décimas, son de los pocos aspectos que pueden considerarse casi paritarios.
Las mujeres pensionistas cobran de media 1.135,18 euros mensuales, 354,28 euros menos que los hombres, que perciben 1489,46 euros. Sin embargo, esas son las medias. Si se va al detalle y se miran las pensiones que no alcanzan la cuantía del Sueldo Mínimo Interprofesional, la diferencia entre las mujeres que están en esa situación y la de los hombres es palpable.
Mientras que 2.777.106 pensionistas ingresaban menos del SMI, esa misma situación, entre los hombres, se encontraba por debajo de los dos millones, afectando a 1.923.201. En las siguientes comparativas, es decir, aquellas pensiones que se encuentran entre el SMI y la máxima y aquellas que llegan a ese punto o lo superan, los hombres obtienen una ventaja muy superior.
La puntilla llega con las pensiones a mínimos, es decir, aquellas que, siendo contributivas, tienen complementarse para equipararlas a la cuantía más baja que se puede percibir, que en 2023 son 10.406,20 euros anuales para los mayores de 65 años. En España, del total de pensionistas a mínimos que existen, 2.170.416, el 66,8% (1.449.406) son mujeres, frente al 33,2% (720.995) restante de los hombres en esa misma situación.
A la luz de los datos, y aunque pueda parecer lo contrario, la situación de la mujer sí ha cambiado, aunque todo avance es notable si se parte de una situación en la cual, prácticamente, el único porvenir que podían tener la mayoría de ellas era convertirse en amas de casa, una figura que en la actualidad está en vías de extinción.
Este miércoles vuelven las marchas a la calle para recordar el largo camino que aún queda por andar.