Resuelven el misterio de la supuesta pirámide prehistórica en mitad de Cuenca
Los arqueólogos lo tienen muy claro tras ocho años desde su 'descubrimiento'.
¿Una pirámide en un pequeño municipio de Cuenca? Esta noticia, surgida hace ocho años tras la visita de Manuel Abril, un intrépido hombre movido por la curiosidad y su interés por la arqueología, provocó que Cañete -la localidad en cuestión y su lugar natal-, se convirtiera durante un tiempo, en uno de los lugares más mediáticos del país.
Siendo una pequeña aldea de 800 habitantes, tras este 'boom', Cañete, ubicado en la Serranía de Cuenca, pasó a ser todo un lugar de peregrinaje para atrevidos y curiosos. El motivo fue el 'descubrimiento' de un yacimiento en el cerro de El Cabezuelo, donde Abril llegó a encontrar lascas, monedas íberas e incluso cerámicas romanas.
Pero Manuel fue más allá, y tras estos hallazgos decidió acudir a la zona superior de la colina para excavar, cuando descubrió tres escalones que según él, se correspondían con la cúspide de una pirámide al ser totalmente artificial. Tras esto, su teoría fue que la construcción contaría con unos "20 escalones", que habría servido como reloj solar prehistórico.
Con todo y tras casi una década, aunque fue declarado como yacimiento protegido en 2004 por la Junta de Castilla-La Mancha, las teorías que manejan los arqueólogos son muy distintas a las que expuso Manuel Abril en su día. Según ellos, se corresponde con una fortificación construida posiblemente en la época prerromana y hasta la Edad Media.
De acuerdo con lo publicado por el portal Escapadarural, tras consultar fuentes del ayuntamiento de Cañete, el yacimiento sería "un asentamiento donde se realizó una edificación de grandes dimensiones que alteró y modificó, principalmente, la mitad superior de éste mediante la construcción de varias terrazas, con muros de contención realizados en ocasiones con piedras ciclópeas. Estas terrazas, junto a la altura de la elevación, crearon un edificio de difícil acceso y fácil defensa que permitiría el control de este paso natural”.
No se trata de una pirámide
Además, se han documentado cuatro plataformas más de planta rectangular delimitadas por muros de contención que ocupan una extensión de 2.400 metros cuadrados. También apuntan que esto sería un "pequeño hábitat de población dedicada a la explotación económica del territorio inmediato y el control visual de la vía de comunicación romana que pasaba a sus pies".
Por todo ello se puede afirmar que no se trata de una pirámide por tentador que pueda llegar a ser. Y los arqueólogos sostienen que sus "estructuras de carácter monumental" son especialmente atractivas visualmente" y que se encuentran en un estado de conservación" muy bueno.