Renfe y Adif cesan a dos altos cargos por errores en los trenes de Cantabria que no cabían en los túneles
El Gobierno ya había adelantado que habría "ceses inminentes".
El Gobierno anunció ceses inminentes por el escándalo de los trenes de Cantabria que no entraban por los túneles y ya han llegado. Adif ha cesado este lunes al jefe de Inspección y Tecnología de Vía y Renfe ha hecho lo mismo con el actual responsable de Gestión de Material.
Ambos han sido señalados después de que se hayan constatado errores en las mediciones de trenes de vía estrecha en proyecto, que había indignado al presidente cántabro y generado un quebradero de cabeza para el Gobierno en las últimas fechas.
El presidente de Renfe ha cesado de su actual responsabilidad en Gestión de Material en la Dirección Técnica y de Operaciones al que era gerente de Área de Gestión de Material de Renfe Viajeros en el momento de la gestación del proyecto de trenes de vía estrecha, informa la compañía.
La fabricación por parte de CAF de la nueva flota de ancho métrico para Renfe sufrirá un retraso de entre dos y tres años, debido a un error en los gálibos de la infraestructura en la declaración sobre la red de Adif, en función de los cuales se iban a construir los trenes, añade EFE.
La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, anunció durante este fin de semana "ceses inminentes" en Renfe y Adif por el error en las determinaciones técnicas de los nuevos trenes de cercanías, destinados principalmente a Cantabria y Asturias, y aseguró que el nuevo modelo estará diseñado en verano, para empezar a fabricarlo inmediatamente.
De dónde viene todo
El origen del problema se encuentra en los gálibos publicados en la declaración sobre la red de Adif, que Renfe usó para describir las características técnicas de los nuevos trenes en un contrato que publicó en 2019 para adquirir 31 trenes de ancho métrico, destinados a renovar la flota de la red de cercanías y media distancia, principalmente en el norte del país, como apunta Europa Press.
En junio de 2020, Renfe le adjudicó este contrato a CAF, fabricante de trenes y autobuses con sede en País Vasco, por 258 millones de euros. Cuando preparaba el proyecto, CAF se dio cuenta de que había un error en los gálibos y que las vías no soportarían los trenes encargados y se lo trasladó a su cliente, Renfe.
El contrato adjudicado en 2020 fijaba en 220 meses el plazo de ejecución del contrato, en torno a 18 años y cuatro meses. Como incluía el mantenimiento durante 15 años de algunas unidades, los tres años y cuatro meses restantes sería el plazo para la fabricación de los trenes, aunque normalmente se entregan de forma progresiva. Por ello, los primeros trenes tendrían que haber estado listos, como tarde, en octubre de 2024.