Rechaza 121 universidades de EEUU y 5,3 millones de dólares en becas por una razón de lo más inspiradora

Rechaza 121 universidades de EEUU y 5,3 millones de dólares en becas por una razón de lo más inspiradora

La historia de Helms Ategeka, de 19 años, ha dado la vuelta al mundo debido a la 'osadía' del joven ugandés.

Universidad de Columbia en Nueva York (EEUU)Getty Images

Su nombre es Helms Ategeka y su historia ha dado la vuelta al mundo. A la edad de 18 años, este joven con raíces ugandesas y nacido en Fort Portal, al oeste del país africano, ha rechazado a nada menos que 122 universidades de Estados Unidos. 

Y es que, lo que a todo el mundo le puede parecer una insensatez, para el joven de 19 años ha sido una decisión muy fácil de tomar, ya que su principal objetivo se encuentra alejado del prestigio y las oportunidades de cursar estudios en las universidades más cotizadas y respetadas del mundo.

Esto se debe a que Helms tiene muy claro cuál es su prioridad: dedicarse a la música. Es por ello por lo que, pese a los consejos de su padre -ingeniero de profesión y quien recomendó a su hijo que buscara una carrera que le aportara estabilidad financiera, como podía ser medicina, alguna ingeniería o informática-, que se trasladó a Estados Unidos cuando él apenas era un niño de 7 años, Helms renunció a todas y cada una de las cartas de admisión de las más de 120 universidades que llegaban a su domicilio continuamente.

Rechazó más de 5 millones de dólares en becas

Pero no solo ha rechazado a 121 universidades, sino que todas estas opciones iban acompañadas de golosas becas que, en total, ascendieron a la mareante cifra de hasta los 5,3 millones de dólares.

Su padre, en declaraciones a la CNN, aseguró que su primogénito "tiene tanta confianza en que la música es lo que queire hacer, que sería un flaco favor tratar de guiarlo de otra manera... es por eso por lo que postuló a millones de universidades para demostrar su determinación".

Ante esta encrucijada, el joven, confiado en sus posibilidades, le comunicó a su progenitor que usaría su "determinación para hacer esto (dedicarse a la música) y mostrarles lo duro que puedo trabajar".

Evidentemente, el chico estudió detenidamente todas y cada una de las propuestas que le llegaron a su buzón de las más de 120 universidades, pero él estableció un requisito innegociable: tenían que tener un programa de música sólido por lo que, desde ese momento, muchísimas de las opciones quedaron desechadas de forma automática.

Una universidad especial para su familia

"Vivo para la música. Paso la mayor parte de mi tiempo escuchando música, haciendo música o actuando”, dijo Helms el medio estadounidense. "Me siento más vivo y realizado cuando hago algo relacionado con la música", añadió.

Así, Helms comenzó a tomar una decisión tras otra que sería impensable para el resto de los mortales: ir rechazando todas aquellas universidades que no reunían esta condición indispensable, algunas de ellas siendo de las más prestigiosas del mundo como Bard College, Drexel, Howard, Loyola Marymount, Sarah Lawrence College hasta que finalmente dio con la 'buena: UC Berkeley.

Por si fuera poco, esta decisión contaba con una carga emocional y sentimental muy importante, ya que su padre, emigrante desde Uganda, realizó sus estudios en el mismo centro, por lo que para Helms es todo un reto y una motivación seguir sus pasos.

Hay que destacar que la universidad de Berkeley cuenta con una tasa de admisión de poco más del 12%, de forma que, de casi 126.000 estudiantes que presentaron su solicitud en otoño del pasado año, tan solo 15.000 fueron aceptados (entre ellos Helms).

Con todo, el joven que iniciará sus estudios a partir del próximo septiembre, espera conseguir su meta de convertirse en músico profesional, y muestra una madurez impropia de un chico de su edad, aunque eso sí, con su objetivo entre ceja y ceja.

Titania
Titania
Santander

“La universidad no se trata de adaptarse al status quo... es la zona cero para la formación de líderes que dan forma al futuro. Es en la universidad donde las mentes jóvenes repiensan lo viejo y construyen lo nuevo para la humanidad y nuestro planeta”, concluyó.