Este es el rasgo más inesperado que indicaría que tienes un alto coeficiente intelectual
Si te consideras una persona perezosa, hay muchas posibilidades de que seas más inteligente que la gran mayoría.
La reputación de las personas consideradas perezosas ha sido puesta en entredicho desde tiempos inmemoriales, especialmente cuando algunas de las personas más ricas y exitosas del mundo son percibidas como todo lo contrario: gente productiva que siempre está en constante movimiento.
Tomemos por ejemplo al fundador del Grupo Virgin, Richard Branson, quien comienza su día a las 5 de la mañana. Responde emails, comparte desayuno con su familia, se pone al tanto de las noticias, organiza reuniones y practica deportes como tenis, correr e incluso kitesurfing, ¡todo antes de irse a dormir a las 11 de la noche! En pocas palabras, Branson es una persona extremadamente activa (y sería un error llamarlo perezoso).
Por lo tanto, no es difícil comprender por qué se asocia la pereza con menor inteligencia y éxito en las carreras. Afortunadamente, para aquellos catalogados como "perezosos", la ciencia ha desvelado pruebas que sugieren que la pereza podría ser un indicio de inteligencia.
La ciencia "defiende" a la pereza
Como media, las personas menos activas físicamente tienden a ser más inteligentes que aquellas que son activas físicamente, según un estudio del año 2015 publicado en el Journal of Health Psychology. Los investigadores incluso han acuñado un término elegante para describir esta “pereza”: lo llaman "necesidad de cognición". Los individuos con esta característica anhelan formas estructuradas y racionales de percibir el mundo y suelen buscar actividades que proporcionen una estimulación mental intensa, como resolver acertijos o debatir.
Los datos del estudio mostraron que las personas con un alto coeficiente intelectual se aburren menos, lo que les lleva a ser menos activas y a dedicar más tiempo al pensamiento profundo. Los participantes fueron divididos en dos grupos, "pensadores" y "no pensadores", según sus respuestas a un cuestionario sobre la "necesidad de cognición". Durante siete días, todos llevaron rastreadores de actividad, lo que permitió a los investigadores obtener información sobre sus hábitos.
Los resultados revelaron que las personas con un alto coeficiente intelectual se aburren menos, lo que les lleva a ser menos activas y a dedicar más tiempo al pensamiento profundo. En contraste, el grupo altamente activo se aburría cuando tenía que estar quieto y reflexionar sobre ideas abstractas, prefiriendo estimular sus mentes con actividades físicas como deportes.
¿Puede una persona perezosa ser más inteligente que la media?
¿Te cuesta relacionar la pereza con la inteligencia? Parte del problema podría radicar en cómo percibimos la pereza en sí misma. Es plausible que las características que asociamos con la pereza no sean realmente indicativas de pereza en absoluto.
Bill Gates ha afirmado en numerosas ocasiones: "Siempre elijo a una persona perezosa para hacer un trabajo difícil, porque una persona perezosa encontrará una manera fácil de hacerlo". Aunque la autenticidad de esta cita de Gates es discutible, sigue siendo repetida debido a que contiene una verdad subyacente.
Muchos pensadores analíticos obsesivos, también conocidos como personas con una alta "necesidad de cognición", se esfuerzan por eliminar acciones inútiles y optan por métodos eficientes. Así que quizás contratar a alguien considerado perezoso no sea una idea descabellada. Es probable que sean pensadores estratégicos capaces de encontrar soluciones ingeniosas, eliminar obstáculos, ahorrar tiempo y aportar nuevas ideas innovadoras a la empresa.
El exitoso autor de Moneyball y The Big Short, Michael Lewis, es un claro ejemplo de inteligencia y éxito, y no duda en admitir que es perezoso. De hecho, atribuye gran parte de su éxito directamente a su pereza. Elon Musk, Albert Einstein y Steve Jobs comparten estas características.
La percepción de Lewis sobre la pereza representa lo que podríamos llamar "pereza falsa", ya que su pereza contribuyó positivamente a su éxito y desacredita los estereotipos negativos sobre ser perezoso. En resumen, el término "perezoso" es bastante subjetivo. No obstante, la evidencia sugiere que podríamos necesitar una mayor conciencia de las cualidades que nos llevan a emitir ese juicio. En lugar de ello, podríamos considerar abrazar los aspectos positivos de nuestra propia inclinación hacia la pereza.