¿Qué es el día de muertos y cómo se celebra en España?
Una costumbre que cada año gana más adeptos en nuestro país.
No es raro escuchar hablar sobre la celebración del Día de Todos los Santos, que se da cada año todos los 1 de noviembre en España. Sin embargo, la historia es larga y esa tradición ha tenido sus réplicas en otros países que, fusionando la cultura de los pueblos originarios americanos con la española.
Esta unión ha dado lugar a toda una tradición de mestizaje que ya brilla con luz propia y que incluso gana cada año más terreno, desplazando incluso en visibilidad a la original. Hablamos, por ejemplo, de una de las festividades mexicanas por excelencia: el Día de Muertos.
El Día de Muertos es una festividad de origen prehispánico, en la cual el pueblo celebra y honra a sus familiares fallecidos mediante la colocación de altares u ofrendas sobre sus tumbas o en las casas, según la región de México en la que se encuentren. Las ofrendas se adornan con diversos elementos como imágenes de santos, veladoras, flor de cempasúchil, incienso, copal y sobre todo fotografías y comida preferida de la persona a quien se dedica el altar.
Otras actividades que se llevan a cabo en esta celebración, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), son danzas y cánticos en los que se representa el ciclo de la vida y la muerte, visitas a los cementerios para arreglar los sepulcros, e incluso la redacción de “calaveras literarias”, versos escritos de manera satírica en los que se hace referencia a una cualidad o defecto de un personaje, o se reflejan acontecimientos de interés general.
El Día de Muertos es una tradición que refleja la idiosincrasia del mexicano, quien tiene espíritu festivo por naturaleza, hecho que Octavio Paz refleja muy bien dentro de su ensayo “Todos Santos, Día de Muertos”: “En pocos lugares del mundo se puede vivir un espectáculo parecido al de las grandes fiestas religiosas de México, con sus colores violentos, agrios y puros y sus danzas, ceremonias, fuegos de artificio, trajes insólitos y la inagotable cascada de sorpresas de los frutos, dulces y objetos que se venden esos días en plazas y mercados”.
El Día de Muertos a la española y el origen de la fiesta mexicana
Pero como se menciona anteriormente, España no era ajena a su propia festividad mortuoria. Los días 1 y 2 de noviembre, en las regiones de Castilla la Vieja y Aragón, festejaban a los fieles difuntos, quienes según la tradición llegaban esos días por lo cual les hacían fiesta, preparaban sus camas, les horneaban pan, ofrendaban vino, arreglaban sus tumbas y hacían repicar las campanas de la iglesia, según expone la web de la Universidad del Estado mexicano de Veracruz.
Posteriormente, ambas festividades se encontraron en Mesoamérica, las cuales coincidieron en fechas y las tradiciones se mezclaron. Así nació el Día de Muertos que celebran los mexicanos, mientras que en España se mantuvo la tradición de recordar a los difuntos visitando sus tumbas, arreglándolas y depositando flores en ellas a modo de ofrenda.