Prisión incondicional por terrorismo para el autor del ataque en dos iglesias de Algeciras
Los cargos contra Yassine Kanjaa podrían acarrear una condena de prisión permanente revisable.
A la cárcel de manera inmediata. El juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea ha decretado prisión incondicional por delitos de terrorismo para Yassine Kanjaa, como autor del ataque a dos iglesias en Algeciras el pasado miércoles. En su doble agresión armado con un gran machete, asesinó a un sacristán e hirió a cuatro personas, entre ellas un sacerdote, entre gritos de "muerte a los cristianos" y "Alá es grande".
El magistrado de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional, que ha adoptado esta decisión a instancias de la Fiscalía, atribuye a Kanjaa delitos de asesinato y lesiones con fines terroristas. Estos cargos podrían acarrear una condena de prisión permanente revisable para el detenido.
Gadea considera que los indicios recopilados sustentan que la actividad desarrollada por Kanjaa se puede calificar como un ataque yihadista dirigido, tanto contra sacerdotes que profesan la fe de la Iglesia Católica como contra musulmanes que para el investigado no siguen los preceptos del Corán. Según la investigación, se trataría de un 'lobo solitario', radicalizado en los últimos años.
El detenido, un joven marroquí de 25 años y que estaba pendiente de expulsión tras entrar irregularmente en España en 2019, ha comparecido este lunes durante casi dos horas ante el juez y ha respondido a las preguntas del fiscal Emilio Miró y de su abogada, si bien por el momento no ha trascendido el contenido de la declaración porque la causa se encuentra secreta.
La reconstrucción de los hechos
En su escrito, el magistrado Gadea recoge la primera versión que le entregó la Policía Nacional la misma noche de los ataques. En ella se reconstruye la sucesión de acontecimientos desde que Kanjaa entra en la Iglesia de San Isidro con intenciones que "se desconocen". Una vez dentro, comenzó a discutir con los presentes en el templo, "manifestando a los feligreses de forma vehemente que la única religión que hay que seguir es la religión islámica", añade el oficio.
El juez Gadea recogía que, tras abandonar el lugar "profiriendo mensajes en árabe cuyo contenido se desconoce", el hombre regresó sobre las 19.40 horas. En ese momento, los fieles que estaban dentro pudieron escuchar "cómo alguien ubicado en el exterior de la iglesia profiere gritos en árabe".
"Una vez finaliza la misa el sacerdote encargado de la misma baja del púlpito para comprobar lo que estaba ocurriendo, instante en el que el investigado, portando en su mano un machete de grandes dimensiones y de forma súbita, agrede al sacerdote causándole lesiones de gran gravedad. Igualmente, también intenta atacar a uno de los testigos allí presente", relataba en su auto.
Este fue el primer escenario del doble ataque. Tras lo ocurrido en San Isidro, el agresor se desplazó hasta la iglesia de La Palma, a unos 200 metros de distancia, donde acabó con la vida del sacristán, sobre el que se lanzó hasta alcanzarle en la calle. "Una vez que le tiene en el suelo, sujeta la catana con ambas manos y alzando la mirada al cielo y gritando unas palabras en árabe entre las que se escucha la palabra 'allah' le asesta una última estocada mortal", añadía el magistrado en el informe de la investigación".