Los vecinos de Madrid llaman a defender la sanidad pública para evitar su colapso
La huelga y la manifestación de este domingo son los últimos síntomas de un deterioro de décadas, denuncian los sanitarios.
Es lunes 6 de febrero en la línea cinco del metro de Madrid, son las 20:52 de la tarde y los vagones van medio llenos, aún permanecen las mascarillas, aunque ya les quedan apenas unas horas para desaparecer del paisaje del suburbano. El convoy se para, se abren las puertas y se sube un hombre que comienza a repartir octavillas que llaman a los vecinos de Madrid a acudir a la manifestación que este domingo está previsto que confluirá en Cibeles desde Legazpi, Plaza de España, Nuevos Ministerios y el Hospital de la Princesa, en un formato idéntico a la de noviembre, que fue masiva.
Ha sido convocada por los vecinos con el llamamiento de defender la sanidad pública, cuyos médicos y pediatras de Atención Primaria llevan en huelga indefinida desde el 21 de noviembre y solo se interrumpió durante una tregua navideña. Los sanitarios exigen mejoras laborales y más recursos humanos, es decir, la contratación de más profesionales, para evitar la sobrecarga de trabajo a la que están sometidos.
La manifestación partirá desde el norte, sur, este y oeste de la capital, pero la situación sanitaria empezó a deteriorarse "hace décadas", sostienen los entrevistados para este reportaje, mientras que los datos que muestran la precariedad en la sanidad pública madrileña son contundentes.
Según la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) en su informe de mayo de 2022, la Comunidad de Madrid es la que menos gasto sanitario dedica per cápita, con 1.300,55 euros por habitante, un puesto que la comunidad ha reeditado en 2023 por cuarto año consecutivo. Le siguen Andalucía (1388,86 euros) y la Región de Murcia (1433,02), y se queda muy lejos de las que más recursos económicos dedican: País Vasco (1.992,21), Asturias (1975) y Navarra (1915,56).
Han "malutilizado" nuestra vocación
A pesar de que las denuncias de los sanitarios han arreciado en los últimos meses (Llegando a manifestar que se sienten como en "una serie") debido al caos desatado por los planes que la Comunidad de Madrid ha ido anunciando, implantando y retirando, los convocantes de la huelga aseguran que la situación es el resultado de un proceso que ya cuenta décadas.
Isabel Vázquez es presidenta del sector de Atención Primaria del sindicato AMYTS, uno de los convocantes de la huelga. "Poco a poco crecieron las vacantes de profesionales y los que nos quedábamos nos hicimos cargo de los pacientes que se quedaban sin médico y ya llegó la pandemia y eso ha sido la puntilla", afirma Vázquez.
Esta sanitaria achaca la evolución de la situación a que los gestores han sido los mismos durante muchos años y no han priorizado la contratación de más profesionales: "Tenemos unos robots maravillosos y muchos hospitales, pero no se ha invertido en recursos humanos, y sin eso no hacemos nada".
Para suplir la carencia de médicos en Atención Primaria, la Consejería de Sanidad ha presentado un plan para que las listas de pacientes se alivien mediante el trabajo "voluntario" de los médicos que quieran sumar a su jornada entre una y cuatro horas extras de manera voluntaria y así poder asegurar que en su jornada ordinaria no tengan que atender a más de 34 pacientes. Sin embargo, esto tampoco se ve como una solución desde AMYTS.
"Uno de los motivos de la huelga radica en el problema que supone la sobrecarga de pacientes sobre los médicos y pediatras de primaria, y la Consejería aporta como solución sobrecargar los turnos de los médicos que lo soliciten", incide Vázquez. No se percibe como una solución.
Vázquez asegura que se ha "malutilizado" la vocación profesional de los médicos. "Nosotros nunca queremos dejar un paciente en la estacada y que queremos verlos a todos, tenemos esa tendencia a cuidar, pero han pervertido esa pulsión". Esta situación desemboca en un agravamiento de la salud de los propios profesionales de primaria, de los cuales un abrumador 92% afirma haber sufrido agotamiento emocional en el trabajo, un 86% despersonalización y un 73% baja realización personal, según el Colegio Oficial de Médicos de Madrid.
20 años denunciando el deterioro en pediatría
Los pediatras llevan dos décadas denunciando el progresivo deterioro de la situación que sufren en Atención Primaria, un sector donde solo en los dos últimos años, según los datos que esgrime la Asociación Española de Pediatría (AEP), el número de profesionales ha disminuido en 251.
Guillermo Martín Carballo, vicepresidente de la AEP, denuncia que no hay nuevas contrataciones: "La directora general de Recursos Humanos anunció que se habían contratado a 300 pediatras para Atención Primaria, pero es mentira, 150 de ellos van a los hospitales, y los otros son los que ya trabajaban en primaria y que ahora van a rotar de centro porque se cambian de turno".
En pediatría de primaria faltan por cubrir el 30% de las plazas, según Martín, contando con aquellas que están cubiertas por médicos de familia. "Hay centros como en el de Tres Cantos, que de siete puestos de pediatría solo se cubría uno y ahora creo que hay dos. Toda esa carga de trabajo la tienen que absorber los que sí están, lo que se traduce en una peor atención", denuncia Martín.
Este perjuicio en la atención a los pacientes es común a toda la primaria debido a la falta de profesionales. "La capacidad asistencial se va perdiendo conforme te van añadiendo más y más pacientes, hay algunos que requieren cinco minutos, pero otros tres cuartos de hora, pero ahora es inviable", apunta Vázquez desde AMYTS. Cuando hay tiempo, la situación se domina "perfectamente", asegura esta profesional, pero si no empiezan las prisas y al final se llegan a tomar "malas decisiones" o pasar algo por alto.
Desde la FADSP, su portavoz Marciano Sánchez Bayle, intuye un plan premeditado que conlleva el deterioro deliberado del sistema: "Lo que se pretende es que se deteriore de manera irreversible el funcionamiento de la Atención Primaria para que haya un grupo importante de población que deje de utilizarla y use un canal alternativo, que serían los seguros privados".
Los MIR, a la fuga
La situación es de deterioro asistencial y de falta de recursos humanos. Sin embargo, Vázquez asegura que puede ir a peor, puede "colapsar": "Yo siempre digo que la Atención Primaria está entrando en un punto de no retorno, falta muy poco para ese escenario y solo se puede solucionar con más recursos humanos".
Desde la AEP y AMYTS advierten de que el número de Médicos Internistas Residentes (MIR) no se están quedando en la Comunidad de Madrid después de acabar su especialización en Atención Primaria. La gran mayoría se van, o bien porque les ofrecen mejores condiciones en otras comunidades o porque su experiencia es negativa.
"Lo que hoy ven los MIR en los centros de salud ahora mismo no es Atención Primaria, es otra cosa. Se atienden cosas agudas, lo no demorable, no están tomando contacto con la parte del seguimiento a los pacientes crónicos, educación para la salud o atención domiciliaria", explica Vázquez, mientras opina que hay que hacer "atractivas" las condiciones laborales dotar de presupuesto y que los nuevos médicos opten por quedarse.
Las conciliación de la vida laboral y personal es otra de las causas de esta fuga de sanitarios, explica Guillermo Martín desde la AEP en referencia al reparto de turnos de trabajo: "Hoy nadie quiere hace un turno de 14:00 a 21:00 cinco días a la semana porque impide la conciliación, la vida va cambiando, y lo que se aceptaba hace 30 años ya no es lo mismo".
Para suplir la falta de pediatras por las tardes existen los conocidos como "turnos deslizantes", que reparten las cargas de trabajo entre los distintos pediatras para que esos horarios menos preferidos sean repartidos durante la semana entre varios profesionales para que no sean diarios y así no espantar a los pediatras, pero Martín apunta a que no es la tónica general.
En la actualidad, asegura el vicepresidente de la AEP, los médicos que llegan de fuera de Madrid a hacer el MIR terminan yéndose, algo que hace 30 años era justo lo contrario. Este sanitario se queja, además, de que ante la amenaza de huelga, en otras comunidades se han llegado a acuerdos que conllevan mejoras en las condiciones sociolaborales antes de que se iniciase el conflicto, mientras que en Madrid reinan los desencuentros.
Madrid prefiere la pública
La conciencia ciudadana de que la sanidad necesita cambios profundos se disparó tras la pandemia en todas las comunidades autónomas, según el barómetro sanitario que publicó el Ministerio de Sanidad en 2022, cuyos resultados también muestran una clara preferencia por el uso de la sanidad pública en Atención Primaria, también en Madrid.
En la comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso, el 74% de los encuestados afirmó que prefería acudir a la sanidad pública para ver al médico de familia, 5,4 puntos por encima de la media nacional, que se sitúa en el 68,6%. Por otra parte, el porcentaje de madrileños que piensan que la sanidad "Funciona mal y necesita cambios profundos" pasó del 3,7% en 2019 al 15,1% en 2022.
Tras la pandemia, las asociaciones de vecinos de la Comunidad han experimentado un aumento en su actividad con protestas organizadas junto a los sanitarios para defender los servicios públicos.
La última escenificación de esta confluencia es el encierro que mantienen los profesionales en la asociación de vecinos de Manoteras. El apoyo a las movilizaciones no es nuevo, aunque sí puede ser "algo mayor", sopesa Marciano Sánchez, de la FADSP, que las de 2012 y 2013. Después de aquellas, el Partido Popular perdió la mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid en las elecciones de 2015.
De vuelta al vagón de la línea 5, algunos viajeros reciben la octavilla y otros la rechazan, pero enseguida surgen las conversaciones. Viajeros que no se conocían comienzan a discutir y valorar la medida en que se ha deteriorado el servicio sanitario autonómico, y el debate se extiende de un asiento a otro. Este domingo el pulso de la protesta saldrá del subsuelo y se medirá en la calle.