Preferimos atragantarnos con las uvas: las extrañas tradiciones de Año Nuevo del resto del mundo
Infinidad de rituales cargados de simbolismo e historia se repiten a lo largo y ancho del mundo año tras años.
A las 00:00 del día 31 de diciembre, como cada año, en España contamos con una tradición que tenemos tan interiorizada que hacemos prácticamente de forma semiinconsciente. Comernos las 12 uvas es, desde hace siglos, nuestra forma de darle la bienvenida al año que iniciamos, como si de una superstición se tratara.
Pues bien, esta tradición es propia tan solo de algunos lugares, ya que en otros muchos, la tradición es bien distinta. Algunas de ellas nos pueden parecer un sinsentido pero en otros países se llevan haciendo desde hace cientos e incluso miles de años y cuentan con un simbolismo igual o mayor que el nuestro.
Si cruzamos el charco y miramos a los Estados Unidos, una particular tradición que se lleva a cabo cuando se da paso al 1 de enero, aunque no se realice en todos los lugares, es la de entonar una canción que representa la fraternidad entre los compatriotas.
El tema en cuestión es Auld Lang Syne, y desde que la entonara el 31 de diciembre de 1929 Guy Lombardo y su banda ante una multitud de personas en el Hotel Roosevelt en Midtown Manhattan -aunque en ese entonces no era tradición, tan solo una vieja canción popular escocesa-, la canción adquirió un simbolismo que hizo que se convirtiera en todo un ritual a repetir cada 31 de diciembre en distintos puntos de la geografía estadounidense.
Cerdo al limón, de nuevo tendencia
En la era de las redes sociales y la globalización también hay tiempo para crear tradiciones. Si no que se lo pregunten a Anna Pallai, autora del libro Cena de los 70, cuando en el año 2017 publicó una foto de un libro del año 1971 en el que se podía observar la estatua de un cerdo, al lado de la frase: "¡Para tener suerte en el Año Nuevo, un Lemon Piglet es imprescindible!".
Esta idea les pareció maravillosa a muchos de sus fans, que lo vieron una idea tan original y maravillosa que se pusieron de acuerdo para comenzar a implementarla en sus vidas cada 31 de diciembre.
¿Lanzarse a las aguas heladas de un club natación? ¿Por qué no?
Una tradición que puede parecer de lo más disparatada tiene lugar también en Estados Unidos, concretamente en el Coney Island Polar Bear Club, de Nueva York. Fue ahí cuando en 1903, un físico culturista llamado Bernarr Macfadden, tuvo la brillante idea de tirarse a las aguas heladas del club de natación un 31 de diciembre por la noche.
Con el paso de los años fue adquiriendo un simbolismo especial hasta que a día de hoy, miles de personas dan la bienvenida al año lanzándose al agua, y en muchos casos disfrazados. Sin duda, la idea más loca con la que se podría dar inicio al nuevo año.
Un paseo solitario entre la oscuridad del bosque
Según cuenta la leyenda, hubo un tiempo en el que los suecos se echaban al bosque de forma solitaria, sin ningún tipo de contacto con familia o amigos a medianoche y andaban largo y tendido entre árboles, nieve y vegetación con el objetivo de dar la bienvenida al nuevo año. Por suerte o por desgracia esta tradición dejó de ser trend y a día de hoy, es prácticamente residual o más bien inexistente.
Buscar un tesoro subido en un coche de rally, Chicago
Regresamos por última vez a Estados Unidos. En esta ocasión a Chicago, donde desde el año 1955 se celebra la Holiday Hangover Hassle, en la que una multitud de personas da la bienvenida al año 'a lomo' de un coche de rally con el propósito de hallar un tesoro. No hay mejor forma de entrar en un nuevo año, sin duda.