Por qué los huracanes siempre tienen nombre

Por qué los huracanes siempre tienen nombre

La OMM, con sede en Ginebra, es la entidad responsable de elaborar y actualizar las listas de nombres de huracanes.

Huracán visto desde el espacioGetty

El uso de nombres para los huracanes comenzó formalmente en 1953, cuando el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos decidió implementar un sistema de nomenclatura para las tormentas tropicales en el Atlántico Norte. Antes de esta fecha, los huracanes eran identificados de manera informal, a menudo con nombres de santos del día en que ocurrían o mediante el uso de un alfabeto fonético. Sin embargo, estos métodos resultaban confusos y poco prácticos para la comunicación efectiva.

La OMM, con sede en Ginebra, es la entidad responsable de elaborar y actualizar las listas de nombres de huracanes. Estas listas se preparan con antelación y se utilizan de manera rotativa cada seis años. Cada lista contiene 21 nombres, alternando entre nombres masculinos y femeninos, y excluyendo letras menos comunes como Q y Z. En caso de que una temporada de huracanes registre más de 21 tormentas, se utilizan las letras del alfabeto griego para nombrar las tormentas adicionales.

El proceso de selección de nombres no es aleatorio. Los nombres se eligen para ser fácilmente reconocibles y recordables, evitando aquellos que puedan causar confusión o ser ofensivos. Además, los nombres de huracanes que han sido especialmente devastadores, como Katrina o Sandy, se retiran de las listas por respeto a las víctimas y para evitar asociaciones negativas. Este retiro de nombres permite diferenciar los huracanes históricos y facilita la recopilación de datos y análisis científicos.

La nomenclatura de los huracanes desempeña un papel fundamental en la comunicación y la preparación ante estos eventos. Al asignarles nombres, los meteorólogos y los servicios de emergencia pueden referirse a ellos de manera más clara y efectiva, lo que facilita la divulgación de información precisa a la población. Los nombres permiten que los medios de comunicación y las autoridades emitan advertencias más específicas, ayudando a las personas a entender la gravedad del peligro y a tomar las medidas necesarias para protegerse.

Cada región propensa a huracanes tiene sus propias listas de nombres. Por ejemplo, el Atlántico Norte, el Pacífico Este y el Pacífico Central cuentan con listas específicas que se actualizan anualmente. La OMM coordina estas listas para asegurar que los nombres sean cultural y lingüísticamente apropiados para las regiones afectadas. En caso de que un huracán cause daños significativos o pérdida de vidas, el país afectado puede solicitar a la OMM que retire ese nombre de la lista.

El uso de nombres para los huracanes también facilita el seguimiento de estos fenómenos a lo largo del tiempo. Cuando un huracán ha causado daños significativos, su nombre se retira de las listas y se reemplaza con otro nombre en la siguiente temporada. Este sistema permite diferenciar los huracanes históricos y ayuda en la recopilación de datos y análisis científicos para comprender mejor estos eventos y mejorar las predicciones futuras

Comentar:
comentar / ver comentarios