Polémica por los nuevos coches ‘mini’ de la Policía de Valladolid
El CSIF ya se ha dirigido al ayuntamiento y ha solicitado la sustitución de estos vehículos por "no ser aptos" para uso policial.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha mostrado su malestar y ha denunciado que los últimos 15 coches con los que se ha llevado a cabo la renovación de los vehículos de policía en la provincia vallisoletana, son inadecuados para ser usados por parte de los miembros del cuerpo de policía.
En su comunicado, el CSIF solicita que sean retirados y se adjudiquen otros vehículos que sí puedan ser utilizados sin problemas. El motivo de esta denuncia no es otro que su pequeño tamaño.
Entre los argumentos que sostienen desde el sindicato para apelar a su sustitución se encuentran la posición de ciertos elementos, como la mampara de seguridad ubicada entre la parte trasera y la zona del conductor y su acompañante, que según el CSIF convierte a los autos en "auténticos potros de tortura", además de no poder ser dirigidos por personas superiores al 1,80 de estatura.
Desde el CSIF se afirma que al instalarse la mampara, los asientos son totalmente rígidos y el respaldo se encuentra totalmente en vertical, sin posibilidad de modificarlo. Por este motivo consideran que las condiciones de conductor y copiloto "son insoportables" e " impiden la actividad laboral e incluso la conducción de los agentes, poniendo en peligro su salud y seguridad".
De hecho, se apoyan en testimonios de los propios agentes que, según informan, "no daban crédito a la falta de espacio" y aseguran que, "aunque parece un vehículo de una categoría superior, tiene las limitaciones propias de vehículos pequeños".
Todas estas disconformidades fueron transmitidas al Ayuntamiento de Valladolid a través de la portavoz del CSIF en la provincia, Raquel González, que aseguró que los vehículos "no son conformes" para el uso policial, y lo compara con "comprarte unos pantalones tres tallas más pequeñas de la que usas".