Ni por la fuerza ni con cámaras: un policía revela la forma de acabar con el problema de los okupas

Ni por la fuerza ni con cámaras: un policía revela la forma de acabar con el problema de los okupas

Defiende que deben revisarse los vacíos legales que existen en esta cuestión.

Dos hombres se disfrazan de espartanos durante las concentraciones convocadas para este jueves frente a los edificios okupados de La Ruïna y el Kubo, en Barcelona.EFE/ Alejandro García

Okupar una vivienda en la que no vive nadie, es decir, que no es la “morada” de una persona o familia constituye un delito leve. Por lo que muchos okupas lo que hacen es escoger viviendas sin habitantes incluso que pertenecen a un banco. Así lo recuerda el policía Eduardo Riego en el canal de YouTube The Wild Project.

Riego desvela cual sería el sistema que se debería usar para acabar con la okupación en España. Él opina que lo primero que “lo habría que hacer es sentarse y mirar los vacíos legales que hay”. Porque considera que este problemas se podría atajar desde la propia Administración del Estado. “Algo falla cuando tiene que haber empresas privadas haciendo desokupaciones. La Administración dispone de herramientas. Hay policías suficientes para que esto se pueda hacer por la vía pública», afirma.

Además, el policía señala que es una injusticia para el que le okupan la casa o para el que no le pagan el alquiler y no les puede echar. “Es ridículo que se lo digas al Estado y haya un proceso judicial que tarda lo que tarda y que una empresa privada lo solucione antes», manifiesta el policía.

Pero Riego va más allá. Argumenta que, además de los que toman posesión de estas viviendas por necesidad al no tener casa, detrás también “hay una economía sumergida”. “Existe un negocio de reventa, de personas que okupan y acaban vendiendo las llaves de ese piso, de gente que pide dinero para irse del inmueble”, asegura Eduardo Riego.

El policía remata su repaso por este grave problema mencionando otro tipo de casos de okupación, “la gente que simplemente ha dejado de pagar el alquiler”, señala. En estos casos, el propietario no puede optar por cortar los suministros de luz, electricidad o gas de la casa porque eso sería un delito y otra situación que se da es cuando se enteran después de siete meses de la okupación, cuando esas personas ya han creado una vida y una intimidad allí, tienen que poner en marcha largas diligencias para que no les acusen de vulnerar su intimidad echándoles por las buenas de la casa, aunque ni sea suya ni estén autorizados a vivir allí.