Ni caldera ni pellets: la ciencia decide que este es el sistema de calefacción más eficiente y económico
Un equipo de investigadores alemanes analiza el funcionamiento de 13 sistemas de calefacción diferentes.
La climatización de la casa es un aspecto esencial que influye en nuestro confort durante todo el año. En invierno, es posible que nos encontremos en la tesitura de vivir en una casa donde no exista un sistema de calefacción preinstalado. En estos casos, si se precisa una solución directa, existen varios tipos de calefacción en el mercado que pueden ser una solución óptima. Sobre todo, cuando los elevados precios de la energía y las crecientes preocupaciones medioambientales también entran en juego en esta gran decisión.
Entonces, ¿cuál es el mejor? Un equipo de investigadores alemanes ha ofrecido respuestas concretas basadas en datos científicos. Para obtener resultados fiables, simularon el funcionamiento de 13 sistemas de calefacción diferentes en una casa de tamaño medio de dos pisos. Su enfoque innovador combina la evaluación del ciclo de vida (LCA) para evaluar el impacto ambiental y el valor actual neto (VAN) para medir la viabilidad económica. Este doble análisis permite identificar soluciones verdaderamente eficientes a todos los niveles, según señala presse-citron.net.
El equipo tuvo en cuenta todos los parámetros: costes de instalación, consumo de energía, costes de mantenimiento, pero también emisiones de CO2 y uso de recursos naturales. Los investigadores incluso incorporaron en sus cálculos la probable evolución de los precios de la energía y los cambios futuros en el mercado eléctrico alemán.
Los resultados son claros: la bomba de calor combinada con paneles fotovoltaicos encabeza el ranking en términos de ecoeficiencia. Este sistema tiene un impacto ambiental un 17% inferior al de la caldera de gas y reduce los costes en un 6%. Incluso en el peor de los casos, esta solución sigue siendo más eficaz que muchas alternativas.
El notable desempeño de esta combinación puede explicarse por varios factores. En primer lugar, la bomba de calor utiliza eficientemente la energía presente en el aire exterior. Luego, la incorporación de paneles fotovoltaicos permite reducir significativamente la factura eléctrica y la huella de carbono del sistema. Los investigadores incluso señalan que optimizar el autoconsumo fotovoltaico podría mejorar aún más estos resultados.
La caldera de gasificación de leña obtiene una puntuación sorprendente y ocupa el segundo lugar en términos de ecoeficiencia. Tiene un impacto ambiental un 42% menor que la caldera de gas, a pesar de un coste un 20% mayor. Este buen resultado se explica, en particular, por la consideración de la madera como recurso renovable, siempre que provenga de una gestión forestal sostenible.
Por otro lado, ciertos sistemas considerados como ecológicos decepcionan. La caldera de pellet combinada con energía solar térmica y la bomba de calor con acumulador de hielo presentan el peor comportamiento en términos de ecoeficiencia. Los investigadores explican que la complejidad de estos sistemas y su elevado coste no superan sus beneficios medioambientales.
La caldera de gas, aunque es económica, se ve penalizada por su importante impacto medioambiental, ya que genera las mayores emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sistemas estudiados.