El infalible método para dormirse en menos de un minuto: lo usan los soldados estadounidenses
La Sociedad Española del Sueño calcula que entre un 20% y un 48% de la población tiene en algún momento problemas para dormir.
Pocas cosas dan más rabia que intentar dormir y no poder. Miles de vueltas en la cama, cambios de posturas y miradas al reloj calculando las horas que te quedan de sueño antes de que suene el despertador suelen ser habituales, más en esas personas que sufren de insomnio crónico y lo de descansar por las noches es una misión casi imposible.
De acuerdo a la Sociedad Española del Sueño, entre un 20 y un 48% de la población sufre de alguna alteración del sueño, lo que lleva a convertirse en un insomnio crónico en alrededor del 10% de los ciudadanos: 4,7 millones de personas.
Ante ello, es fundamental acudir al médico para que realizar un diagnóstico preciso e incluso derivar a un psicólogo que ayude a aplicar técnicas para conciliar el sueño o detectar que ese problema no venga de un trauma o problema de salud mental. Ante lo común que es dicha alteración, las redes sociales están llenas de técnicas y trucos para alcanzar ese estado de relajación.
Entre ellas, sobresale el método que utiliza el ejército de Estados Unidos para ayudar a sus soldados a dormir en cualquier situación, incluso en aquellas con más tensión como un campo de batalla, y lo más rápido posible.
En esas situaciones en crucial conciliar bien el sueño y estar descansado para garantizar que los militares no comenten errores debido al cansancio. Y, para ello, emplean la técnica conocida como: 4-7-8.
¿Cómo aplicar esta técnica?
Esta técnica consiste, primero, en inhalar durante cuatro segundos seguidos. Después, aguantar el aire durante siete segundos y, finalmente, exhalar durante ocho segundos. Fácil y rápido. Aunque también se recomienda para que sea más eficaz tratar de despejar la mente o realizar previamente ejercicios de relajación.
La falta de sueño puede afectar de modo negativo a la vida de la persona que lo sufre, provocando deterioro social y ocupacional entre otras áreas importantes de la vida. En el día a día esto se traduce en la toma de malas decisiones, tendencia al pesimismo, tendencia a mal alimentarse, dificultad para prestar atención, para el aprendizaje y para recuperar la memoria.