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Los taxis de Madrid tienen una franja roja en la puerta y esta es la razón

Los taxis de Madrid tienen una franja roja en la puerta y esta es la razón

Se han convertido en un símbolo móvil de identidad madrileña.

Imagen de archivo de un taxi en Madrid.EFE

Los taxis de Madrid son mucho más que un medio de transporte, representan una parte fundamental del paisaje urbano y de la historia de la ciudad. Con más de un siglo de servicio, estos vehículos han sido testigos de la transformación de la capital, adaptándose a los avances sociales mientras conservan una esencia que los hace únicos. Hoy en día se consolidan como uno de los automóviles más reconocibles de la capital.

Su icónica franja roja y el escudo de Madrid no solo los identifican, sino que también los convierten en un símbolo de tradición y orgullo para los madrileños, conectando el pasado con el presente en cada recorrido por sus calles. Pero esto no siempre ha sido un elemento diferenciador de estos vehículos, sino que más bien es un distintivo que se incorporó hace relativamente poco. 

Sobre su historia

Para entender más acerca de esta línea roja tenemos que remontarnos hasta los años 20, cuando los taxis podían ser casi de cualquier color siempre y cuando tuvieran una franja (blanca, roja, amarilla o azul) sirviese de distintivo del precio que ofrecían. Más tarde, a partir de los años 50, comenzó a ser obligatorio que los taxistas pintasen sus coches de negro en la mitad superior, azul oscuro en la mitad inferior y en medio una franja rojo bermellón.

Esto se mantuvo hasta el año 1980, cuando el antiguo alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, impuso la Ordenanza Reguladora del servicio de Vehículos de Alquiler con Aparato de Taxímetro, en cuyo artículo 16 se exponía lo siguiente: "Los vehículos irán pintados de color blanco, llevando en las puertas delanteras una franja en diagonal de color rojo, de 10 centímetros de ancho, de derecha a izquierda, iniciando el trazo a partir de la parte más próxima a la luna delantera".

En dicha ordenanza también se estableció que sobre la franja debía aparecer el escudo de Madrid, así como debajo de la misma debía indicarse el número de licencia. Sin embargo, el cambio del color negro al blanco en estos vehículos tardó cinco años en oficializarse. Por lo que fue en 1985 cuando comenzaron a circular los taxis que conocemos hoy en día.

La elección del color rojo no fue casual, sino que tiene una conexión histórica con Madrid, ya que aparece en el escudo de la ciudad y en numerosos emblemas oficiales. Además, esta franja se ha convertido en un distintivo que hace que sea muy fácil diferenciar un vehículo normal de un taxi. Por ello, estos coches se han convertido en un emblema icónico y un símbolo móvil de identidad madrileña.