Los científicos adiestran a los paneles solares a bailar con el viento para lograr un chorro de energía
Resulta una herramienta bastante eficaz contra el cambio climático. Los resultados de la investigación han sido compartidos en la revista Physics of Fluids.
Los paneles fotovoltaicos son capaces de convertir la luz en electricidad, ayudando a producir energía limpia y reduciendo nuestra dependencia a los combustibles fósiles. De hecho, la gran mayoría de potencias del mundo están invirtiendo en este tipo de tecnología para cumplir con sus objetivos medioambientales y sostenibles. A pesar de ello, existen algunos riesgos asociados con este tipo de producción energética, como los provocados por los vientos extremos, que terminan destrozando los paneles.
Los vientos pueden ser buenos cuando soplan lentamente, ya que ayudan a limpiar la superficie y atrapan más luz solar, por lo que la producción de energía también aumenta. Además, actúan como refrigerantes naturales para los paneles, lo que también aumenta su eficiencia. "Los vientos ayudan a reducir la acumulación de calor dentro de la celda y garantizan el funcionamiento de los paneles", apunta el medio 'interestingengineering'.
Sin embargo, no resultan tan positivos cuando son demasiado fuertes. Ante esta situación, investigadores del Centro de Formación de Materiales de la Universidad PSL en Francia ha desarrollado una nueva tecnología combinando inteligencia artificial y aprendizaje automático con dinámica de fluidos computacional con el objetivo de mitigar esta problemática.
"Para minimizar el daño a los paneles solares causado por los vientos de alta velocidad, los investigadores han estado trabajando en parámetros como la distancia al suelo, los ángulos de inclinación y el espacio entre hileras. Incluso los soportes de seguimiento diseñados para maximizar la producción de electricidad siguiendo la trayectoria del sol se han reutilizado para minimizar los daños en condiciones del viento", explican desde el medio.
La planta de energía puede desplazar y orientar sus paneles para que se encuentren en una posición segura, estando anclados al suelo de forma paralela cuando los vientos son fuertes, sin embargo, no es un método fiable contra fuertes vientos. Aquí es donde entra en juego el trabajo de los investigadores.
"Al combinar dinámica de fluidos avanzada e inteligencia artificial, vimos una oportunidad de abordar los riesgos de daños causados por el viento de manera innovadora y contribuir a la resiliencia de los sistemas de energía renovable", explicó uno de sus investigadores en un comunicado de prensa. Los resultados de la investigación han sido compartidos en la revista Physics of Fluids.
La metodología es sencilla. A través del aprendizaje automático, los investigadores consiguieron simular las condiciones del viento y hacer que los ángulos de los paneles solares se ajustasen de manera que estos sufriesen de menor forma el daño de los fuertes vientos. "Es como enseñar a los paneles a bailar con el viento, minimizando el daño y al mismo tiempo protegiendo la producción de energía durante vientos de alta velocidad", concluyó el investigador.