Los arroceros españoles se hartan por la competencia
La culpa la tienen los fungicidas prohibidos en la UE.
Los arroceros españoles se han puesto en pie de guerra por culpa de la competencia. El problema es que la Unión Europea tiene prohibido el uso del fungicida triciclazol, mientras permite exportar arroces de países como India o Pakistán que sí lo utilizan.
Por este motivo, la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha pedido a la Consejería de Agricultura de la Generalitat Valenciana que se una al Ministerio para pedir a Bruselas que se pueda utilizar este fungicida mientras no exista una alternativa tan eficaz y económica como el triciclazol. Porque, para colmo, se ha aumentado recientemente el límite máximo de residuos de este fungicida en los arroces provenientes de otros países, del 0,01 a 0,09 mg/kg.
Los arroceros de la Comunidad Valenciana han utilizado este producto desde hace muchos años. Pero desde que se prohibió la utilización de este fungicida, no existe otra manera de luchar para controlar el hongo de la Pyricularia oryzae. Y esto es un problema.
Un producto seguro para los consumidores
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concluyó en 2018 que este fungicida es seguro para las personas siempre y cuando la concentración no supere los 0,09 mg/kg. Por este motivo, los arroceros valencianos están hartos de no poder usarlo mientras la competencia sí lo hace.
Este año tienen que afrontar la cosecha del arroz sin ningún fungicida, lo que puede provocar que aumente la afección del hongo en los cultivos y que esto cause pérdidas al sector. Mientras tanto, España seguiría consumiendo arroces de terceros países.