Le despiden por casarse: su hijo lo descubre años después y prepara el contraataque para conseguir justicia
En los sesenta, estaba justificado despedir a las mujeres por contraer matrimonio.

Durante muchos años, Georgina Gowanlock guardó silencio. Fue uno de sus hijos, quién saco a la luz su secreto. Durante una sesión de limpieza, encontró una carta firmada por el director de una empresa canadiense, en la que informaban a su madre de su despido por querer casarse.
En la carta, a la que ha tenido acceso el medio italiano Leggo, se lee que "hemos decidido que a partir de ahora será política de empresa despedir a las niñas después de haber contraído matrimonio". Por entonces, la mujer tan sólo tenía 21 años de edad.
Tras décadas de silencio, su hijo decidió escribir a la oficina del Defensor del Pueblo de su país, Canadá, con el objetivo de que su progenitora obtuviese un reconocimiento. "No estamos buscando ningún tipo de compensación, sólo un reconocimiento póstumo".
Tras la recepción, el CEO de la empresa, Evan Jhonson, no sólo envió una carta de disculpa, sino una donación de 2.500 dólares canadienses (1.600 euros) al Museo Canadiense de Derechos Humanos, "en honor a Georgina". En declaraciones al medio, el empresario confiesa que "me sorprendió leer esa carta". "Tengo dos hijas y no me imagino que pudiesen soportar algo así".
De acuerdo a la información difundida, en la década de los sesenta, muchas empresas justificaron el despido de mujeres casadas con la idea de que los ingresos familiares debían basarse en el marido. Georgina nunca visitó el Museo Canadiense de Derechos Humanos, ya que murió antes de la inauguración.