Las empresas de alquiler de España toman una extraordinaria medida ante el aumento de la okupación
Algunas compañías han empezado a ofrecer alarmas gratis para prevenir nuevos casos.
Aunque entre las modalidades de okupación que están creciendo la más común es la de dejar de pagar el alquiler que se había estado pagando anteriormente, las empresas inmobiliarias han empezado a apreciar el incremento de otros métodos, como el de visitarlo para alquilarlo para luego, en realidad, okuparlo.
Sin ir más lejos, la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA) ha anunciado que va a ofrecer “de forma promocional y sin ningún coste, la instalación de sistemas de alarmas conectadas a centrales receptoras, que cubran el periodo de máximo riesgo de okupación”. Este proceso es el que se produce cuando se muestran las viviendas a las personas que quieren alquilarlas o comprarlas, y son visitadas por personas de las que se desconocen sus verdaderas intenciones, según ha argumentado esta agencia.
Ya antes del anuncio de la Agencia Negociadora del Alquiler, la abogada María Pastor había calificado este crecimiento, durante la celebración del Congreso Nacional de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España, como “una mancha de aceite” que se extiende.
Aunque no hay datos completamente certeros sobre la cantidad de casa okupadas que existen en España, se estima que, en algunas comunidades, como la Madrid, llegan a alcanzar los 40 al día. Y los métodos que se utilizan para este allanamiento son cada vez más variados. Incluso hay mafias organizadas que los planifican.
De ahí, que algunas empresas de alquileres hayan optado por incluir la alarma entre sus servicios. Esto se debe a que se trata de una de las maneras más rápidas de alertar a los servicios de seguridad y ellos, a su vez, a la policía, de que se está produciendo una okupación en el momento en el que entran los inquilinos no deseados.
Además, el aviso de la empresa de alarmas queda registrado con el momento exacto en el que se produce, lo que constituye una prueba determinante en muchas ocasiones a la hora de desalojar a los okupas.