Las claves de Nueva Zelanda para ser un país libre de humo en 2025 y cómo luchar contra el tabaquismo

Las claves de Nueva Zelanda para ser un país libre de humo en 2025 y cómo luchar contra el tabaquismo

El país maorí se encuentra a las puertas de este hito gracias a una concienzuda y potente lucha contra el cigarrillo tradicional, apostando por alternativas basadas en la reducción de daños.

Cigarrillo electrónicoGetty Images

Cada vez es más común encontrarse con personas que, en su lucha contra el tabaco, recurren a métodos alternativos que reducen enormemente el impacto negativo de un cigarrillo de combustión en nuestro organismo. Los cigarrillos electrónicos suponen una de las principales alternativas, aunque existen otras igualmente eficaces, aunque no están tan extendidas. Todas ellas son consideradas como prácticas de reducción de daños.

Este asunto es algo sumamente importante, ya que se trata de una lucha total y global contra el tabaquismo, encabezada por muchos países que están logrando -o al menos, acercándose- al objetivo marcado: ser considerados como países libres de humo por la OMS en el menor tiempo posible.

Esto se consigue cuando en un país hay una tasa de fumadores menor al 5%. Y aunque pueda parecer una utopía, ya hay algunos estados que están a las puertas de conseguir dicho objetivo.

El caso más paradigmático es Suecia, que en los últimos años ha aplicado una política muy potente en la lucha contra el tabaquismo y los cigarrillos convencionales, y ha apostado fuertemente por las alternativas anteriormente mencionadas, además de otras como snus o bolsas de nicotina. Pero no es el único, y hay otro país que puede estar a punto de ser considerado como libre de humo: Nueva Zelanda

El caso de Nueva Zelanda

Algo evidente, y que sostienen todos los especialistas, empresas y estados es que las alternativas para la reducción de daños en el tabaquismo, no se tratan de opciones limpias, sino que se consideran como alternativas mucho menos dañinas a los cigarrillos de combustión, y que otorgan a los fumadores tradicionales la dosis de nicotina necesaria pero eliminando el humo de la combustión del cigarrillo, que es lo verdaderamente dañino.

En este sentido, Nueva Zelanda se ha tomado en serio esta lucha, y ha apostado decididamente por alentar a los fumadores a adoptar productos de nicotina sin combustión, como los cigarrillos electrónicos. Esto va a permitir que el país oceánico se convierta, más que probablemente, en un país libre de humo en 2025.

Esta postura del Ejecutivo neozelandés, con la que trataron de potenciar las alternativas al tabaco tradicional, parece haberle dado la razón si se miran las estadísticas y la reducción de enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, especialmente para las poblaciones maoríes, del Pacífico y las de bajos ingresos.

De acuerdo con la Encuesta de Salud de Nueva Zelanda, publicada el 1 de diciembre de 2021, se demuestra la clara tendencia de los fumadores hacia alternativas como el vapeo, de una forma mucho más acusada que anteriormente.

Por su parte, el Ministerio de Sanidad neozelandés, también se posicionó en este sentido hace unos años, y señaló que "el vapeo es mucho menos dañino que fumar" y que "puede ayudar a algunas personas a dejar de fumar, ya que tiene el potencial de ayudar a las personas a dejar de fumar y contribuir al objetivo de Nueva Zelanda de ser un país libre de humo para 2025", afirmaron.

Campaña 'contra' el tabaco tradicional

Pero la estrategia del ministerio de Sanidad de Nueva Zelanda no acabó aquí, ya que también se centraron en los fumadores, ofreciéndoles información, ayudándoles en el proceso y disuadiéndoles de que se trata de la alternativa menos dañina para los adictos a la nicotina.

Para ello, la campaña iniciada se centraba en que la nicotina es adictiva, pero el humo es dañino. Así, y apelando a la ciencia, destacaron que los cigarrillos tradicionales son altamente adictivos debido a su contenido de nicotina y al mecanismo por el cual la nicotina se administra al cerebro a través de la combustión e inhalación del humo.

Pero insisten: la nicotina no es dañina cuando se administra de esta manera, aunque crea dependencia, sino que es la combustión la que causa el daño, debido a la presencia de numerosos carcinógenos en el humo, que afectan gravemente a la función cardiovascular y respiratoria.

Los datos confirman que el vapeo está ganando terreno al tabaco tradicional

Si atendemos a los datos cosechados por el gobierno de Nueva Zelanda, y recogidos por ASH (Action on Smoking and Health, en ingles), se puede comprobar que la tasa de éxito por abandono del tabaco apenas llega al 0,4% de personas de promedio en el mundo, mientras que las alternativas como parches de nicotina, chicles o pastillas, son algo más exitosas, pero tampoco llegan al 2%.

Este dato contrasta, según los datos publicados por la Asociación, con la tasa de éxito de los vapeadores, que según ASH, se ha dado por ejemplo, en Reino Unido, donde el 45% de las personas que vapean son fumadores actuales y el 52% son exfumadores. El país británico estima que casi 3 millones de personas en Reino Unido vapean y más de 1,3 millones han logrado abandonar el tabaco definitivamente. 

Por su parte, en Nueva Zelanda, durante este año, se ha notificado la mayor disminución en el uso de cigarrillos de combustión, que se contrapone también con la de personas que se han pasado al vapeo.

Por todo esto, consideran que si bien, estas alternativas no están exentas totalmente de daños, son un 95% menos dañinas que los cigarrillos tradicionales, según datos del Public Health England.