La RAE contesta a la gran duda sobre el número romano que sólo puedes ver en los relojes
La Real Academia Española esclarece el uso histórico y contemporáneo del número romano IIII.
La Real Academia Española (RAE) ha decidido plantear una duda sobre el uso de los números romanos a través de un tuit: "¿Se puede usar «IIII» en lugar de «IV»?".
Los números romanos, originarios de la antigua Roma, se han utilizado durante milenios para representar cantidades en diversos contextos, desde fechas y siglos hasta la numeración de capítulos y leyes. Sin embargo, una de las aplicaciones más visibles y cotidianas de estos números se encuentra en las esferas de los relojes. Aquí es donde el número IIII juega un papel protagónico, desafiando la convención moderna de representar el cuatro como IV.
Según la RAE, la secuencia de cuatro signos I (IIII) solo pervive hoy en día en las esferas de los relojes que utilizan números romanos. Esta peculiaridad se debe a una tradición que data de la Antigüedad, cuando era común repetir hasta cuatro veces consecutivas los signos I y X. Aunque en la actualidad la norma general prohíbe la repetición de más de tres veces consecutivas un mismo signo, el número IIII se mantiene como una excepción cultural en el ámbito de la relojería.
La presencia del número IIII en los relojes no es meramente una cuestión de estética o tradición. Algunos expertos sugieren que el uso de IIII en lugar de IV puede contribuir a un mejor equilibrio visual en la esfera del reloj, especialmente cuando se contrasta con el número opuesto en la esfera, el VIII. Otros señalan que la elección de IIII podría tener raíces prácticas, facilitando la lectura rápida del reloj al evitar la confusión con el VI, que representa el seis.
La RAE también aclara que, fuera de esta curiosidad histórica, los números romanos deben escribirse siempre con letras mayúsculas, respetando las normas de ortografía que dictan la escritura de izquierda a derecha en sentido decreciente, de los millares a las unidades. Así, el número 1756 se escribe correctamente como MDCCLVI, y nunca como CCCCXXXXIIII, que sería una forma incorrecta y anticuada.
En su esfuerzo por preservar la claridad y la precisión en la escritura, la Real Academia Española insiste en que los signos V, L y D no se repitan nunca, ya que el doble de su valor se representa con los signos X, C y M, respectivamente. Además, los signos V, L y D no se utilizan nunca con valor sustractivo, lo que significa que el número 45 se debe escribir como XLV y no como VL.
La institución también recuerda que cuando un signo va seguido de otro de valor igual o inferior, se suman sus valores, y cuando los signos I, X o C van seguidos de otro de mayor valor, se le resta a este último el valor de aquellos. Por ejemplo, VI representa el seis, mientras que IV representa el cuatro.