La planta que te puedes encontrar en carreteras españolas que puede 'explotar'
Su singular 'modus operandi' le ha permitido expandirse alrededor de todo el mundo.
Su nombre científico es Ecballium elaterium aunque popularmente se le conoce con otra denominación bastante más intimidante: pepinillo del diablo. Se trata de una planta cucurbitácea, de la familia del pepino común pero que, a consecuencia de la infinidad de condicionantes naturales, desarrolló una manera distinta de supervivencia y de expandir sus semillas.
Su modus operandi consiste en que el fruto, nada más recibir un primer impacto, explota -debido a la cantidad de agua que y lanza las cápsulas (semillas) a varios metros de distancia gracias. Esta explosión se produce porque dentro del fruto hay una gran cantidad de agua que ejerce presión.
Este método es utilizado por la planta para evitar que sus descendientes supongan una competencia en la búsqueda de agua, nutrientes y recursos, al tiempo que permite que sus descendientes colonicen nuevos territorios gracias a los vientos, las corrientes marinas y de ríos y el estómago de aves y mamíferos.
Las semillas expulsadas se desplazan gracias a una especie de revestimiento que poseen, que les ayuda para aprovechar al máximo las corrientes. Además cuentan con unos pelos, que se encuentran denominados tricomas, con los que pueden elevarse y flotar durante kilómetros.
Y como en tantas ocasiones, la naturaleza es sabia, y la capacidad de supervivencia se impone siempre a cualquier tipo de lógica. En este sentido, los pepinillos del diablo han logrado, con el paso de los siglos desarrollar la capacidad de atraer a las aves con frutos llamativos (rojos o anaranjados) que a consecuencia de su gran apariencia y sabor son ingeridos por las aves y así las semillas de la planta son transportadas de forma cómoda por los pájaros en su estómago.