La palabra que deberíamos eliminar las mujeres de nuestro vocabulario
Nos ayudará a ser más felices.
El lenguaje es mucho más que un medio de comunicación. Las palabras que elegimos para expresar pensamientos y emociones no solo reflejan nuestra manera de interpretar la realidad, sino que también influyen en cómo la percibimos y en la forma en que enfrentamos los desafíos cotidianos.
Expertos del gabinete Psiquiatras explican a Telva que "cada palabra que usamos tiene un significado y una carga emocional que influye en nuestra percepción del mundo. Por ejemplo, describir una situación como 'desafiante' en lugar de 'imposible' cambia la forma en que nos sentimos y enfrentamos el problema".
Esta conexión entre lenguaje y percepción es particularmente relevante para las mujeres, cuyo vocabulario a menudo revela las presiones y expectativas que enfrentan. Desde jóvenes, las niñas reciben mensajes contradictorios y exigencias que moldean su lenguaje y, con él, su manera de verse a sí mismas.
El lenguaje femenino y su relación con la felicidad
Desde edades tempranas, las mujeres se ven expuestas a presiones externas y expectativas sociales que pueden dar lugar a pensamientos negativos, muchas veces expresados a través del lenguaje.
"Perfeccionismo, apariencia, hipersexualización temprana e intensa, ser juzgadas las 24 horas del día, los 7 días de la semana en las redes sociales. Es imposible estar a la altura de todos los estándares poco realistas establecidos por los padres, el sistema educativo, los medios de comunicación, las redes sociales y la cultura", señala la doctora Tim Jordan, experta en el tratamiento de mujeres adolescentes.
"Si a esto le añadimos los estereotipos y los prejuicios, no es de extrañar que las chicas se sientan abrumadas", añade. Esta carga emocional y social se refleja en cómo las mujeres hablan de sí mismas y de sus circunstancias, lo que puede afectar su autoestima y bienestar.
La trampa del "debería" y cómo superarla
Una de las palabras que más impacto negativo tiene en la salud mental de las mujeres es "debería". Frases como "debería haber hecho mejor" o "debería tener un mejor trabajo" son comunes en el vocabulario femenino y suelen reflejar expectativas poco realistas.
El psicólogo Vlad Beliavsky explica que "los 'debería' generan frustración cuando la realidad no coincide con esas expectativas. Reemplazar esta palabra por un lenguaje más flexible puede transformar nuestra percepción. Por ejemplo, en lugar de 'debería haberlo hecho mejor', podemos decirnos: 'hice lo mejor que pude dadas las circunstancias'".
El "debería" no solo crea una sensación de insuficiencia constante, sino que también alimenta la ansiedad, un problema de salud mental que afecta a las mujeres el doble que a los hombres. Este lenguaje puede convertirse en un hábito que refuerza la autocrítica y limita la capacidad de superar retos.
Estudios citados por Psiquiatras indican que el uso de palabras cargadas emocionalmente puede incluso desencadenar reacciones físicas en el cuerpo, como la liberación de hormonas del estrés.
Romper el ciclo del "debería" no es tarea fácil, pero es posible. Arianna Huffington, cofundadora de The Huffington Post, afirma: "las mujeres debemos aceptar que no siempre tomaremos las decisiones correctas y que equivocarse forma parte del éxito". Por su parte, la doctora Geneva J. Williams, experta en liderazgo, propone algunas estrategias para superar este hábito:
- Reconoce tus limitaciones y céntrate en lo que haces bien. Focalizarse en lo que haces bien puede ayudarte a desarrollar una mentalidad positiva y sentirte segura de tus capacidades.
- Rodéate de personas que te animen. Crear un entorno de apoyo con personas que compartan valores y metas similares puede marcar una gran diferencia.
- Reflexiona sobre tus logros. Reservar tiempo para evaluar tu progreso, por ejemplo, mediante un diario, puede ayudarte a reconocer tus éxitos y avanzar con una perspectiva más optimista.