La herencia que reciben directamente los nietos de sus abuelos mientras sus padres viven

Las herencias acostumbran a venir acompañada de distintos preceptos y cuestiones legales que conviene tener muy en cuenta. Generalmente, es una de las figuras legales que más dudas puede acarrear, unas incertidumbres que además coinciden con momentos muy duros de la vida para los afectados.

En este sentido, ¿sabías que hay una serie de supuestos en los que un nieto o nieta puede recibir la herencia directamente de sus abuelos sin necesidad de pasar por los progenitores de estos últimos? Obviando, claro está, el fallecimiento de los padres antes del deceso de los abuelos.

Así lo recoge Infobae en una información en la que enumera las distintas circunstancias y particularidades que tienen que producirse para que se dé este tipo de caso. Cabe recordar que en el derecho doméstico sobresale la figura de la legítima, una fracción que se destina sí o sí a los considerados como herederos forzosos -los descendientes directos entre los que no se incluyen los nietos-.

Las excepciones

En este sentido, y según el citado artículo, hay una excepción a esa parte legítima antes mencionada que está contenida en el artículo 933 del Código Civil. Dicho punto establece que "los nietos y demás descendientes heredarán por derecho de representación, y, si alguno hubiese fallecido dejando varios herederos, la porción que le corresponda se dividirá entre estos por partes iguales".

Es el supuesto más conocido, la muerte de los progenitores y su consiguiente transmisión de la herencia a los hijos de estos, los nietos. No obstante, también hay otro caso que se puede producir sin haber fallecido los padres. Se trata de que un abuelo o abuela haya desheredado a su progenitor, por lo que el nieto tendrá derecho a la legítima parte. 

Eso sí, en ese último escenario, para desheredar a una persona habrá que cumplir con una serie de requisitos legales. Debe justificarse por cuestiones como haber abandonado, prostituido o corrompido al testador, haber acusado en falso al testador de un delito que conlleve cárcel (la acusación debe haber sido declarada calumniosa) o por no haber denunciado la muerte violenta del testador.