'La granja del terror' con sello de bienestar animal: canibalismo y cadáveres entre ratas
El Observatorio de Bienestar Animal (OBA) ha denunciado al propietario de una granja porcina en Quintanilla del Coco (Burgos) por delitos de maltrato animal con agravante de muerte después de detectar "graves irregularidades". La Consejería de Agricultura y Ganadería -en manos de Vox- asegura que "ayer mismo" realizaron una inspección y "estaba todo en orden".
El Observatorio de Bienestar Animal (OBA) ha denunciado al propietario de una granja porcina en Quintanilla del Coco (Burgos) por delitos de maltrato animal con agravante de muerte después de detectar “graves irregularidades” en la explotación ganadera, con animales en descomposición, seriamente enfermos, con hernias graves y lesiones diversas, malformaciones en las patas y heridas compatibles con el canibalismo o presencia de gusanos y ratas.
La denuncia contra el propietario, que es también el alcalde del municipio, se ha presentado ante el Juzgado de Lerma e incluye a los trabajadores y a la empresa cárnica que presuntamente gestiona la carga de los animales, y que era proveedora de Lidl, según ha informado este jueves la ONG, en este caso por un delito de publicidad engañosa, ya que la granja cuenta con el sello Welfair de bienestar animal.
El Observatorio de Bienestar Animal, que pide la clausura de la granja, la destitución del alcalde y una condena “ejemplar por la pésima gestión de los animales”, ha afirmado que “se trata de uno de los peores casos de maltrato animal desvelados hasta la fecha”, y ha hecho públicas las imágenes que acompañan a la denuncia.
La Consejería de Agricultura, en manos de Vox, asegura que fue inspeccionada "ayer" y "estaba todo en orden"
La Junta de Castilla y León ha afirmado que “está todo en orden” en la granja porcina. La Consejería de Agricultura y Ganadería -en manos de Vox dentro del Gobierno de coalición con el PP- ha explicado a la Agencia EFE que los servicios veterinarios oficiales de la Junta realizaron una inspección a la granja “ayer mismo”, tras conocer la denuncia, que se presentó el lunes en el Juzgado de Lerma, y “está todo en orden”, han apuntado. Además, ha indicado que la Junta hace revisiones, en concreto encuestas de bioseguridad, en todas las granjas de Castilla y León para garantizar que se cumple con la normativa.
Las explicaciones ofrecidas por el departamento de Agricultura y Ganadería coinciden con las que ha dado a EFE el propietario de la granja porcina, que es además el alcalde del municipio, Domingo Pozo, quien se ha mostrado molesto por lo ocurrido.
Pozo ha confirmado que personal de la Junta estuvo este miércoles en sus instalaciones y “lo vieron todo bien”, ha insistido en que pasa un veterinario cada semana, y ha asegurado no haber recibido todavía la denuncia, que vincula a algún interés malintencionado de la zona.
Extrema delgadez, tumores, hernias, gangrena, sarna...
Las imágenes corresponden a una investigación llevada a cabo por la ONG entre junio y septiembre de este año en una granja formada por 5 naves con 5.000 cerdos aproximadamente, que abarca todo el ciclo del cerdo, con madres reproductoras, lechones y engorde, hasta que el animal va al matadero.
La ONG ha encontrado animales extremadamente delgados, con numerosos y variados problemas, entre ellos, tumores en mamas, prolapsos de útero, heridas con pus y gangrena, hernias de gran tamaño, patas inflamadas que les impiden moverse, malformaciones, indicios de sarna y “un gran número tienen las orejas mordisqueadas y lesiones gangrenosas en el rabo, síntoma de canibalismo”.
Además, lechones agonizando y otros muertos; presencia de decenas de cadáveres en descomposición, algunos canibalizados, en los pasillos; cubos a la intemperie con cadáveres y restos de placenta, y restos de animales muertos esparcidos por el recinto de la granja, cuando la legislación obliga a contar con contenedores herméticos, homologados, para la recogida de animales muertos.
Las imágenes difundidas por la ONG muestran también cómo el propietario deja un animal moribundo a la intemperie, que está agonizando durante varios días, y en el momento en el que muere, se ven llegar a los buitres.
“El lugar presenta una enorme falta de higiene”, ha insistido el Observatorio de Bienestar Animal, pues además se han detectado ratas por las naves y en los comederos, purines infestados por larvas y gusanos y, en la oficina, una cabeza de cerdo podrida, un lechón muerto y restos de una columna vertebral, junto con botellines de cerveza.
Sufrimiento "extremo" de los animales
Julia Elizalde, mánager de campañas del Observatorio de Bienestar Animal, ha insistido en que “la ‘granja del terror’ es uno de los casos de maltrato animal más severos de los que han sido testigos hasta el momento”, con un sufrimiento “extremo” de los cerdos, muchos de los cuales padecen “una muerte lenta y dolorosa”.
Por se motivo, la ONG exige una “actuación inmediata de las instituciones y empresas involucradas mediante el cierre de la granja. Es imprescindible atender al último eslabón de la cadena alimentaria, ya que esta granja suministra a un proveedor de supermercados Lidl”, han apuntado.
El Observatorio ha denunciado que la granja tiene certificado Welfair de bienestar animal y ha recordado que “no es la primera vez que se exponen granjas certificadas por este sello”; dos explotaciones avícolas relacionadas con un proveedor de supermercados Lidl y denunciadas en 2022 por el Observatorio perdieron su sello y una de ellas está siendo investigada por presuntos delitos de maltrato animal y contra la salud pública.
Condena rotunda por parte de Lidl
Ante la denuncia realizada por el Observatorio de Bienestar Animal, Lidl ha asegurado a EFE que, además de “condenar rotundamente los abusos y el maltrato animal”, y rechazar estas prácticas, la granja denunciada no es proveedora suya, pues su intermediario en Burgos no trabaja con ella desde septiembre de 2022, “al no renovar el certificado de bienestar animal que se exige a todos los centros de trabajo que operan para Lidl”.
La compañía ha insistido en que “todos los huevos, la leche y la carne fresca que venden cuentan desde hace años con el sello ‘Animal Welfair’", un certificado reconocido internacionalmente, basado en criterios científicos, que garantiza el bienestar de los animales, al tiempo que han explicado que realizan controles y auditorías sin aviso previo a sus proveedores para garantizar que cumplen con “las estrictas exigencias de bienestar animal” que se marcan.