Lidl bajo sospecha por las explotaciones avícolas

La ONG española Equalia y la inglesa Open Cages han denunciado este martes un caso de maltrato animal relacionado con Lidl. Las organizaciones han revelado imágenes de una macrogranja avícola situada en Lincolnshire (Reino Unido), vinculada a un proveedor de la cadena de supermercados. 

El vídeo, según han comunicado, fue proporcionado por un extrabajador de la granja y muestra cómo los pollos son atropellados y aplastados hasta la muerte. Este caso de maltrato animal, según han resaltado, se ha puesto en conocimiento de la justicia inglesa y se suma a las denuncias de Equalia contra macrogranjas relacionadas con Lidl en España, Alemania, Italia y Austria. 

Equalia inició en España un proceso judicial el pasado noviembre contra una explotación avícola en Sevilla y otra en Tarragona por presuntos delitos de maltrato animal y contra la salud pública. Ambas perdieron su sello Welfair de bienestar animal de forma inmediata tras la difusión de un reportaje sobre estas irregularidades. 

Una "práctica habitual" 

El reportaje de investigación publicado este martes por las ONG revela  presuntos nuevos casos de maltrato animal en una granja vinculada a un proveedor de la cadena Lidl en el condado de Lincolnshire, que alberga cerca de 400.000 pollos.

Las imágenes desvelan cómo los pollos son aplastados y atropellados hasta la muerte y cómo los cuerpos se amontonan en la propia explotación. Los operarios de la macrogranja, además, afirman que atropellar pollos es una "práctica habitual" y declaran que es "parte de su trabajo". El reportaje también muestra algunos de estos animales atropellados, aún con vida, con las patas rotas o incluso con los órganos internos fuera del cuerpo.

Ambas ONG denuncian que estas imágenes siguen el mismo patrón de maltrato animal que las investigaciones publicadas ya en cuatro países europeos —España, Alemania, Italia y Austria—. En todas ellas, se crían pollos de crecimiento rápido donde la hibridación genética implica un crecimiento cuatro veces más rápido que a mediados del siglo XX, causando aves con deformidades, problemas respiratorios y paros cardiacos.