La estación de Metro de Madrid que en realidad es un cementerio
No todo el mundo lo sabe.
Hay una estación del Metro de Madrid que cuenta con unas características poco habituales, se trata de la de Tirso de Molina, situada en pleno centro de la capital española.
Pero lo que la hace diferente no es la decoración o el estilo que utiliza, sino su pasado. Lo que había situado sobre aquella estación antes de que se creara la parada por la que pasan los trenes.
En la plaza de Tirso de Molina se encuentra un cementerio desconocido para muchos. Es el cementerio del convento de la Merced. En él estaban enterrados frailes y fueron olvidados con el tiempo.
El convento estuvo hasta 1834, pero su historia se remonta hasta 1564, cuando se concedió la licencia para construirlo y crear una congregación de las mercedarias descalzas.
Pero en 1834 acabó siendo derruido y, en su lugar, se construyó la plaza del Progreso, que también fue llamada plaza de Juan Álvarez Mendizábal. Pero, finalmente, se la conoce como la plaza de Tirso de Molina, en honor al fraile, dramaturgo del Barroco.
Casi 100 años después, en 1920, comenzaron las obras de Metro para crear la parada de la Línea 1, pero durante las mismas se produjeron derrumbamientos que sirvieron para encontrar una galería de hasta 200 nichos con restos óseos como calaveras, joyas y alhajas.